Martes 11 de Febrero de 2014

Los vecinos de Villa Urquiza cuentan cómo les cambió la vida la estación Rosas

Coinciden, según los testimonios, que disfrutan a diario de la extensión de la Línea B del Subte. Porque ganan tiempo, hay mucho movimiento en la zona y viajan más cómodos a distintos puntos de la Ciudad.

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Se multiplican las caras de felicidad en el barrio Villa Urquiza. La llega de la estación Rosas de Subte, le hizo un gran favor a propios y extraños. Vecinos, comerciantes y ni hablar usuarios, lo disfrutan de distintas maneras. Hay mayor movimiento en la zona y los traslados, a distintos puntos de la Ciudad, se hacen mucho más rápidos que antes.

“Está buenísimo que el subte haya llegado al barrio del Flaco Spinetta, que tiene su esquina emblemática. Yo cuando tengo que ir a las oficinas del trabajo, que están en el centro, directamente me tomo el subte, hago combinación y llego rápido”, cuenta un muchacho que lleva 13 años viviendo en el barrio.

Pintoresco como pocos, el dueño de la peluquería Nino muestra su estado de ánimo a puro canto. Sí, no para de tararear clásicas canzonettas: “Figaró aquí, figaro allá, figaro arriba… soy un barbero de calidad…”. Y agrega, feliz de la vida por la llegada del subte a Villa Urquiza: “Es una cosa extraordinaria. Antes llegaba hasta Chacarita. De ahí no se movió más durante 50, 60 años…Yo me voy hasta Corrientes y Pasteur… camino dos cuadras hasta Lavalle y Tucumán donde compro pelucas. Me bajo con el subte, bien tranquilo, vuelvo otra vez y me bajo en la puerta de mi negocio. La verdad, nunca imaginé tener el subte en la puerta de mi negocio”.

Una histórica vecina explica que “Villa Urquiza era el barrio de los dos colectivos y ahora que el subte llega hasta acá, nos facilita la vida a todos. Podemos llegar a un montón de lados”.

Otro, cuenta su experiencia personal: “La otra vez tuvimos que ir al Buquebús y nos subimos al subte: llegamos enseguida”. Y una mujer, cómodamente sentada, agrega: “Aparte, cuando una va al centro, al cine o al teatro, llega enseguida. Y eso tiene muchísimo valor”.

Está también el padre, que resalta los minutos que le gana al sueño gracias a la estación Rosas: “Yo con el subte voy hasta el jardín de mi hija.” Una pasajera le da importancia a que “el subte sale de acá y todos vamos sentados”.

Se beneficiaron, obviamente, los comerciantes de la zona. “La llegada del subte le hizo también muy bien a los negocios, porque el movimiento de la zona creció mucho. Vivo a la vuelta de la casa del Flaco Spinetta y ahora le hicieron un monumento. A nosotros nos vino muy bien porque estamos en la boca del subte. Y el primer lugar al que apunta la gente es a nosotros. ¡Cómo no vamos a estar contentos!”, resalta el emblemático kioskero.