Desde la inauguración de la obra de acero inoxidable de 20 metros de alto y 18 toneladas, el cierre y apertura fueron controlados por un sistema hidráulico y células fotoeléctricas.
Luego de unos años de ser inaugurada, un temporal forzó sus pétalos y rompió el mecanismo. Pero ahora este sistema está en funcionamiento para que vecinos y turistas disfruten nuevamente del ícono de Recoleta.
Junto a los fotógrafos Nino Salgado y Fer Gronski se realizó una fotografía creativa para conmemorar este momento. Con un drone y una cámara, utilizaron la técnica de larga exposición, grabaron el recorrido de la luz del drone haciendo distintas figuras sobre la flor. ¡Un gran evento para todos!