Este ley se encuentra enmarcada en la política impulsada por la Nación, con el objeto de disminuir el déficit habitacional estructural, promover el crecimiento económico y el empleo a través de la inversión en viviendas, y fomentar el desarrollo con equidad social a través de la expansión del crédito hipotecario.
Concretamente, el Ministerio de Hacienda porteño, a cargo de Martín Mura, impulsó establecer una alícuota diferencial del 1,5% para los créditos hipotecarios otorgados por entidades financieras, en lugar del actual 7%.
El objeto de reducir la alícuota de este impuesto genera una gran incidencia sobre la tasa de interés de estos créditos, ya que la misma representaba cerca del 20% del valor de la cuota antes de sea aprobada la ley.
En tal sentido, para un préstamo indexado por la Unidad de Valor Adquisitivo (UVA) para la compra de una vivienda única y familiar por un monto de $1.000.000 a 20 años, la cuota inicial pasa del orden de los $7.700 a $6.500.
De esa manera, al abaratamiento del costo del crédito hipotecario brindado por la política impulsada por el Gobierno nacional, la Ciudad incorpora un beneficio que redunda en una reducción de –aproximadamente- el 15% en la cuota de estos préstamos.
Es importante resaltar que esta medida beneficia tanto a los nuevos créditos hipotecarios a otorgarse como también a aquellos ya otorgados en el ámbito de la Ciudad de Buenos Aires.