Lunes 04 de Abril de 2016

Los árboles, ese secreto “a la vista” que ofrece Buenos Aires

La Ciudad tiene más de 420.000 ejemplares. Se encuentran implantados en veredas, parques, plazas, plazoletas y canteros centrales. "Son parte fundamental de la Ciudad Verde que venimos construyendo", define el ministro de Ambiente y Espacio Público, Eduardo Macchiavelli.

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Recorrer Buenos Aires es descubrir, a diario, nuevos encantos. No en vano se trata de una las ciudades más visitadas del mundo, y elegida incluso por muchos argentinos para pasar sus momentos de descanso. Sin embargo, la capital argentina guarda secretos que, de tan a la vista, pasan inadvertidos. Uno de ellos es el arbolado, que da un encanto y un colorido particular a cada rincón porteño.

Según datos del Ministerio de Ambiente y Espacio Público, la Ciudad tiene en la actualidad más de 420.000 árboles. La mayor parte, 370.000 ejemplares, se encuentran implantados en las veredas, constituyendo lo que se denomina “arbolado viario”, mientras que los restantes están ubicados en parques, plazas, plazoletas y canteros centrales.

“Los árboles son parte fundamental de la Ciudad Verde que venimos construyendo. Además de su atractivo visual, ofrecen muchos beneficios: ayudan a purificar el aire, reducen el ruido y la contaminación ambiental, mejoran el paisaje urbano y la calidad de vida de los vecinos", señaló el ministro de Ambiente y Espacio Público, Eduardo Macchiavelli.



Que una ciudad de la magnitud de Buenos Aires cuenta con esa cantidad de especies ofrece un valioso recurso ambiental, con varios beneficios que ayudan a una calidad de vida más elevada de los vecinos.

Si bien Buenos Aires ofrece diversas especies a lo largo y ancho de su geografía, hay diferencias entre los distintos barrios. Así, la comuna con mayor cantidad de árboles viarios es la 12, con más de 37.000 unidades.

No obstante, la que tiene mayor densidad de árboles (cantidad por km²), es la comuna 10, con 2.696 árboles por km², muy por encima de la media de la ciudad, que es de 1.884 por km². En el otro extremo, la comuna con menor cantidad de árboles es la 2, con poco más de 8.000 árboles, mientras que la menos densa es la comuna 1 con tan solo 676 árboles por km².

En cuanto a las especies, el denominado fresno americano, nativo del este de Norteamérica, es la más frecuente, y representa el 39,3 por ciento del arbolado público. Más atrás siguen el plátano, con un 9, 6 por ciento, y el paraíso, con un 5, 7.

Con respecto a la flora argentina, la que mayor presencia tiene es el jacaranda, originario de la región de las Yungas, también conocida como selva Tucumano-Oranense, que representa el 3,6 por ciento del total. Su impactante floración violácea cuando el árbol aún no tiene hojas le da un colorido muy particular a las calles porteñas durante noviembre.



Un poco de historia

Proyectado por el Virrey Pedro de Cevallos y construido en 1778 por el Virrey Juan José de Vértiz, el paseo la “Alameda” constituyó la primera intervención con arbolado público en el territorio que hoy constituye la ciudad de Buenos Aires.Se trataba de una calle arbolada frente al Río de la Plata, que se extendía desde el fuerte hacia el norte, en lo que hoy son las actuales Rivadavia y Leandro N. Alem, terminando en la actual avenida Corrientes. Pese a su nombre, estaba integrada por sauces y ombúes.

Ya como Buenos Aires, el primer antecedente oficial sobre el arbolado público lo constituye una memoria de la Municipalidad del año 1863 donde se menciona una plantación de “185 paraísos y postes, correspondientes a la orilla de las veredas de la calle Belgrano entre Sarandí y Entre Ríos, costeados los árboles y los postes por los vecinos”.

Sin embargo, 1881 puede considerarse el punto de partida de la tarea sistemática y continua de arbolar las calles de la Ciudad. A partir de ese año se comienza a detallar anualmente las intervenciones efectuadas en tal aspecto.

Pese a ese inicio, para 1885 el adelanto en calles y plazas fue escaso y estuvo ligado casi exclusivamente a la iniciativa de los vecinos. En ese año sólo había algo más de 1.100 árboles en la ciudad.

El gran impulso llega de la mano del ilustre paisajista francés Charles Thays, quien desde su designación en 1891 en la Dirección de Paseos, ubicada en el Jardín Botánico que él mismo creara, comienza, al igual que a la usanza de las principales capitales del Viejo Mundo, la implantación de árboles en las aceras, bordeando las calles de los distintos barrios de la ciudad.

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