Martes 11 de Octubre de 2022

Nació un cóndor incubado de forma natural por su madre en el Ecoparque porteño

El huevo pudo cascar sin asistencia del personal del parque. Cómo siguen los cuidados.

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Luego de dos meses de incubación, nació una cría de cóndor andino -Vultur gryphus- en el Ecoparque de la Ciudad de Buenos Aires. El huevo fue incubado de forma natural por su madre y pudo cascar sin asistencia del personal del parque.

El cóndor fue nombrado Kawsarichiq, que significa “el que hace comenzar a vivir”, y es un macho que no supera los 200 gramos.

Kawsarichiq pasará a formar parte de la bandada a ser liberada en 2023

“El momento es perfecto porque justo la semana próxima vamos a liberar dos pichones nacidos y criados en aislamiento humano en la Provincia de Río Negro, como parte de los esfuerzos que realiza la Ciudad de Buenos Aires para contribuir con la conservación de las especies en todo nuestro territorio”, afirmó la secretaria de Ambiente de la Ciudad, Inés Gorbea.

Ambos padres del nuevo pichón permanecen en el parque porque no pueden ser liberados. Esta es su segunda cría: la anterior, de nombre “Karut”, ya fue liberado en la naturaleza.

“La primera semana es crítica para el desarrollo del pichón que quedará bajo los cuidados de su madre y los controles nuestros hasta al menos sus cinco meses de vida. Luego pasará a formar parte de la bandada a ser liberada en 2023", explicó afirmó Federico Iglesias, subsecretario a cargo del Ecoparque.

La historia de los padres de Kawsarichiq

Sagta es el nombre del macho nacido en vida silvestre, rescatado y rehabilitado en el Centro de Rescate del Ecoparque de Bs As en 2012. No pudo ser liberado dada la presencia de opacidad en ambos ojos y principio de artrosis. Se derivó al programa de conservación ex situ, formando pareja con Eluney.

Eluney es la hembra nacida en vida silvestre, rescatada y rehabilitada en el Centro de Rescate del Ecoparque de Bs As en 2011.Tiene una herida vieja en una de sus alas que le impide el crecimiento de varias plumas primarias. Dicha falencia hace que no pueda volar con los parámetros necesarios de un cóndor.

Se realizó un intento por liberarla en Pailemán con seguimiento satelital. Gracias a esta moderna tecnología se comprobó que la falta de plumas no le permitía desplazarse como debería. Aunque vuela, no logra mantener los parámetros naturales para la especie.