El Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat de la Ciudad de Buenos Aires inauguró sobre Avenida Rivadavia, Casa Familia “Nuevo Comienzo”, el Centro de Inclusión Social número 50 en la Ciudad. Se trata de un espacio pensado para quienes ya transitaron otras etapas de acompañamiento y están listos para dar el paso hacia la autonomía con empleo y vivienda propia.
“Nuevo Comienzo” cuenta con 156 camas distribuídas en 33 habitaciones con baño privado, comedor, lavadero, salón multiuso, sala de capacitaciones y terraza. Los residentes participan en la organización de los espacios comunes, en una lógica de corresponsabilidad que refuerza la vida comunitaria.
Casa Familia es un modelo innovador dentro de los Centros de Inclusión Social (CIS), pensado como el último eslabón antes del egreso. Está diseñado para que las personas puedan recuperar hábitos, asumir responsabilidades y reconectarse con la comunidad. Sus habitantes organizan su día a día en comunidad: acuerdan normas de convivencia, cocinan, mantienen limpios los espacios y gestionan insumos. Pero además, acceden a una propuesta integral para fortalecer su autonomía con programas para finalizar los estudios, capacitaciones para la reinserción laboral y actividades deportivas y recreativas
“Con esta inauguración llegamos al Centro de Inclusión Social número 50 en la Ciudad. Es un hito que muestra que no hablamos de discursos, sino de políticas concretas y sostenidas para que cada persona pueda salir de la calle y recuperar su proyecto de vida.” expresó Gabriel Mraida, ministro de Desarrollo Humano y Hábitat de la Ciudad de Buenos Aires.

Todos los Centros de Inclusión Social cuentan con equipos multidisciplinarios, conformados por trabajadores sociales, psicólogos, acompañantes terapéuticos y operadores disponibles las 24 horas. Estos profesionales brindan asesoramiento en salud, gestión de documentación y acceso a servicios sociales, asegurando un acompañamiento integral y personalizado para cada persona. Además, desempeñan un papel fundamental en la revinculación con familiares y redes de apoyo, creando un entorno propicio para la integración comunitaria y la reconstrucción de lazos afectivos.
Con este nuevo dispositivo, la Ciudad reafirma su compromiso con una política social integral: atender la emergencia, acompañar los procesos y generar oportunidades reales para que cada persona pueda reconstruir su proyecto de vida con autonomía.