Patrimonio natural: los árboles históricos y notables que embellecen la Ciudad

La Ciudad de Buenos Aires cuenta con 78 árboles históricos y 561 árboles notables. Se trata de ejemplares que se destacan por su monumentalidad, longevidad y vinculación con eventos significativos. 

Su conservación es prioritaria por lo que reciben cuidados especiales como mejoras en sus entornos y tratamientos específicos. Además, cuentan con cartelería específica que destaca su importancia y contribuye a preservar este invaluable patrimonio natural de la Ciudad.

Este grupo de ejemplares son merecedores de este especial cuidado dada su relevancia por poseer características históricas, culturales o botánicas que los diferencian de sus congéneres, constituyéndose en un valioso patrimonio de importancia para el país y la comunidad.

Historia de los árboles notables porteños

La catalogación de los árboles históricos fue iniciada en nuestro país por el historiador Enrique Udaondo, en su libro Árboles Históricos de la República Argentina (1913), donde visibilizó los árboles asociados a hechos históricos relevantes en todo el país. Junto a la Comisión Nacional de Museos, Monumentos y Lugares Históricos fue promotor del cultivo de retoños y acciones educativas y celebraciones como el día del árbol (29 de agosto) propuesta por Estanislao Zeballos en 1900.

En la Ciudad de Buenos Aires, el primer catálogo de árboles históricos se publicó en 1962 y en 1965 se estableció como marco de protección legal la ordenanza Nº 20.745, creando el Régimen de Árboles Históricos y Notables.

La denominación de "Históricos" obedece al hecho de haber sido testigos o protagonistas de acontecimientos y personajes vinculados con nuestra historia, lo que implica una connotación adicional a la que por propia antigüedad presentan.

Notables son aquellos definidos por sus características botánicas, ornamentales, monumentalidad, edad, o ser el único representante de la especie en el espacio público de la Ciudad. También se incluyen otros que, sin tener las características mencionadas anteriormente, son significativos para la comunidad y se plantaron en homenaje a alguna persona destacada o como recordatorio de cierto hecho especial.

Beneficios de un arbolado apropiado

Los árboles no sólo embellecen el paisaje urbano de la Ciudad, sino que también aportan múltiples beneficios: mejoran la calidad del aire, regulan la temperatura, reducen la contaminación sonora y atraen biodiversidad. Sin embargo, para maximizar estos beneficios, es fundamental seleccionar adecuadamente las especies que se plantan en entornos urbanos.

En ese marco, desde fines de mayo la Ciudad puso en marcha el plan anual de arbolado. A tres meses de su lanzamiento, ya se alcanzó el 53% de la planificación prevista tras plantar 9.583 árboles en las 15 Comunas porteñas.  

Originalmente, se habían estipulado 15.035 plantaciones. Sin embargo, luego de las tormentas sufridas a fines del año pasado cuando se perdieron más de 1.000 ejemplares arbóreos, se sumaron otras 3.039 plantaciones para mitigar el efecto. De esta forma, a lo largo de 2024 se plantarán 3 por cada ejemplar perdido, lo que arroja un total de 18.074 plantaciones proyectadas para todo el año.

Las plantaciones se realizan tanto en los espacios verdes porteños de las 15 Comunas como en planteras ubicadas en la vía pública. Para cumplir con este plan, se instalarán 7.500 nuevas planteras, que se suman a las 6.131 planteras vacías relevadas y otras 4.443 lugares en espacios verdes.

Dentro de este marco, las plantaciones siguen rigurosamente los lineamientos técnicos establecidos en el Plan Maestro de Arbolado. Este plan, desarrollado con criterios científicos y ambientales, tiene como objetivo principal la selección y plantación de especies arbóreas adecuadas para cada sitio de plantación. 

El plan de anual cuenta con 30 especies distintas de árboles como fresno dorado, crespón, fotinia, viscote, pata de vaca o pezuña de buey, anacahuita, cedro misionero, lapacho rosado, ciruelo de flor, jacarandá, liquidámbar, tulipanero, plátano, tilo, ibirapitá o caña fístula, tipa, fresno americano, arce plateado, entre otros. La cantidad de cada uno depende de la disponibilidad en el mercado al momento de la plantación, siempre respetando el paisaje diseñado originalment