Jueves 07 de Mayo de 2015

Rugidores en Plaza San Martín

200 alumnos realizaron un abrazo simbólico para salvar al yaguareté.

Compartir en Redes

En el marco del proyecto El Gran Rugido, una iniciativa de Banco de Bosques junto al Zoológico de Buenos Aires y el Programa Escuelas Verdes del Ministerio de Educación del Gobierno de la Ciudad, se ubicaron, el pasado 29 de abril en la Plaza San Martín, 200 esculturas de yaguaretés a tamaño real de hembras, machos y cachorros, con el objetivo de subir el caso de la inminente extinción de este felino en la agenda pública.

Para #ElGranRugido, Banco de Bosques pidió al artista plástico Javier Goldschtein que creara 200 esculturas de yaguaretés, confeccionadas junto a más de trescientos voluntarios, durante cuatro meses, en el espacio cedido por el Zoo: su antigua felinera. Con la venta de las esculturas, se busca comprar un drone para detección de actividad de caza furtiva y mantener el financiamiento del campamento base que funciona en El Impenetrable chaqueño, herramienta efectiva para disuadir a cazadores ilegales y traficantes de fauna.



Durante los días previos a la celebración del día del animal, Escuelas Verdes y Banco de Bosques realizaron charlas de capacitación en las Escuela de Jornada Completa Nº 20 DE 09 "Carlos María Biedma" y el Jardín de Infantes Común Nº 06 DE 09. Las actividades para alumnos y docentes abordaron temáticas sobre Biodiversidad en nuestro país, la protección del Yaguareté, Monumento Natural Argentino, y su peligro de extinción.

El día de la convocatoria, más de 200 niños “rugidores” llegaron a la Plaza San Martín del barrio de Retiro y colocaron las esculturas en ronda a modo de abrazo simbólico en una experiencia inolvidable para cada uno de los presentes.


"Este proyecto refuerza nuestro compromiso con el cuidado de la biodiversidad promulgando y fomentando en las escuelas el conocimiento y la preservación de nuestra fauna nativa. Consideramos a los alumnos como agentes de cambio capaces de llevar a sus hogares los conocimientos adquiridos sobre el cuidado ambiental y ponerlos en práctica junto a sus familias generando un cambio cultural", dijo Carlos Gentile, Responsable del Programa Escuelas Verdes.



En primera persona

Patricia Tejera, Directora de la Escuela de Jornada Completa Nº 20 DE 09 "Carlos María Biedma" nos contó que para los alumnos fue una actividad muy enriquecedora y que los niños valoraron muchísimo todo el trabajo realizado. Ella nos relató que todos los chicos de la escuela trabajaron la problemática de la extinción del yaguareté y cada docente de grado lo adaptó a la edad de los niños.

La escuela con mucho orgullo nos comparte el trabajo realizado:

Asimismo, los alumnos de 2° grado también pudieron trabajar la temática con la profesora de Inglés en sus netbooks del Plan S@rmiento. Podés ver su trabajo acá

¡Gracias por compartir el excelente trabajo!


Monumento Natural Argentino

El yaguareté, en Argentina, presenta ya la categoría de PELIGRO CRITICO en la escala oficial de extinción, a pesar de que su estatus de protección legal es el máximo que una especie puede alcanzar en nuestra legislación, por ser por Ley (25.463) Monumento Natural Nacional.

El yaguareté es el felino más grande de América y el tercero en corpulencia a escala mundial (después del tigre de bengala y el león), hasta principios del siglo XX tenía una distribución muy amplia: habitaba desde el sur de Estados Unidos hasta la Patagonia argentina; hoy, solamente ocupa entre un 10 y un 15% de aquella distribución original. La pérdida de su ambiente natural (selva y bosque) por la deforestación, los conflictos con animales domésticos y su caza ilegal son las principales amenazas.


El yaguareté llegó a ser el gran señor de la fauna Argentina cubriendo desde el norte hasta Río Negro una inmensa parte de nuestro territorio. Décadas de caza, desmontes y recientemente atropellos en la ruta, han retraído las poblaciones a una situación límite. Científicos del CONICET estiman que tenemos sólo 200. Salvar al yaguareté implica, además, beneficios sociales para mucha gente de Chaco, porque su presencia y la posibilidad de avistarlo, como de hecho ocurre en el pantanal brasileño, tiene un gran potencial turístico.