Miércoles 17 de Mayo de 2023

Talleres de educación en finanzas digitales para adultos mayores: qué se aprende y dónde se dan los cursos de la Ciudad

Ya se capacitaron a más de 800 personas en el uso de tecnologías para gestionar dinero de manera virtual y evitar estafas, desde celulares o computadoras.

Compartir en Redes

Luego de la pandemia, la mayoría de los adultos mayores vieron modificadas sus realidades de manera drástica al descubrir nuevos modos en los que la sociedad comenzó a vincularse, ya sea en el ámbito meramente interpersonal como en el manejo de la economía, que cada vez se volvió más virtual, abstracta y tecnológica. Una condición que contrastó con la forma en la estaban acostumbrados a manejarse al momento de realizar trámites bancarios o compras cotidianas.

Por ello, la independencia del manejo de la economía en los adultos mayores volvió ajena y dificultosa, y a modo de resolver esos pesares desde la Ciudad se implementó el programa “Aprendé a dar tus primeros pasos en finanzas digitales”, el cual, por medio de talleres y cursos gratuitos, promueve la inserción y educación de personas mayores de 50 años en el ámbito de las finanzas personales y las inversiones.

El objetivo es empoderarlos en el manejo de su economía, cosa que implica que cada uno, al terminar el curso, pueda contar con herramientas y conocimientos que le permitan tomar las decisiones económicas que considere más oportunas, de acuerdo a su situación y objetivos personales.

El taller promueve la inserción y educación de personas mayores de 50 años en el ámbito de las finanzas personales y las inversiones

.

FOTO: ALBERTO RAGGIO/GCBA

Las experiencias

Marta Loreto, de 72 años, presidenta del Centro de Jubilados “Renacimiento”, ubicado en el Barrio Nágera, cuenta: “Las realidades después de la pandemia son bastante serias porque hay mucha gente de nuestra edad que no se anima a salir todavía. Tiene miedo. Incluso hay mucha gente que está sola y no la podemos enganchar para que venga, ya que siente que pierde estabilidad al moverse, que tiene temor a cansarse, a descomponerse, que no se siente segura”.

Loreto, quien hace ocho años está a cargo del espacio, también habla de la relevancia que tuvo el acercamiento del curso sobre finanzas digitales al Barrio Nágera, ya que incentivó a algunas personas a salir de sus hogares y dirigirse al Centro de Jubilados que ella dirige, lugar en el que se realizó la capacitación: “La gente se animó a salir y de paso también aprendió a manejarse con el celular y evitar realizar largas colas en los bancos para cobrar sus jubilaciones, por ejemplo. Principalmente, quienes asistieron notaron que les sirvió para eso, ya que aprendieron que pueden hacer muchos trámites por el cajero o por Internet”.

Por otra parte, Loreto destaca: “Lo que más me gustó fue la sencillez con la que los capacitadores nos explicaban los temas. Muchas veces, quienes enseñan no se adaptan a la gente mayor, que quizá no escucha bien o que le cuesta un poco más seguir la velocidad de una charla de este tipo. Quienes vinieron lo hicieron todo muy ameno y la gente lo entendía”.

“Lo que más me gustó fue la sencillez con la que los capacitadores nos explicaban los temas". (Marta Loreto, presidenta del Centro de Jubilados "Renacer")

.

FOTO: ALBERTO RAGGIO/GCBA

Una de esas capacitadoras es Victoria Risso, quien en sus presentaciones aborda las temáticas que incluyen el uso de billeteras virtuales, y la conceptualización general sobre tasas de interés e inflación, entre otras. 

Ella da las charlas desde mediados de 2022, año en el que empezó a brindarse este curso, y comenta sobre las causas que originaron la idea de llevarlo adelante: “Surge a partir de los efectos que produjo la pandemia en las personas mayores. Estuvieron mucho tiempo encerradas y no tuvieron la posibilidad de aprender el uso de las nuevas tecnologías para manejar sus finanzas”. 

Herramientas que se tornaron cotidianas luego de casi dos años de restricciones, en los que las billeteras virtuales fueron ganando terreno al momento de comprar, vender y realizar transferencias, entre otras actividades vinculadas con el manejo cotidiano de la economía. “Muchos se encuentran después de ese tiempo con una realidad distinta al momento de pagar un servicio o realizar una compra, entonces el programa apunta a ayudarlo con lo que implica el uso de la tecnología para que se sientan más seguros a la hora de hacer un trámite”, agrega Risso.

Una de las áreas involucradas es la Secretaría de Bienestar Integral de la Ciudad

.

FOTO: ALBERTO RAGGIO/GCBA

El curso, organizado en conjunto por la Secretaría de Bienestar Integral y el Ministerio de Desarrollo Económico y Producción porteño, a través de la Subsecretaría de Desarrollo Inclusivo y la Dirección General de Inclusión Social, suele dividirse en tres módulos. El primero de ellos incluye una introducción a las Billeteras Virtuales, las maneras de uso de dichas billeteras y las diferencias y similitudes entre las aplicaciones mencionadas. El segundo aborda el uso de plazos fijos, el cálculo de tasas y el manejo de créditos e intereses bancarios, mientras que el último módulo involucra todo lo que implican las finanzas personales, como el buen uso de los cajeros automáticos, el Home Banking y un ABC en la temática inversiones.

La capacitación también toca diferentes conceptos clave para evitar estafas virtuales. Un punto que los capacitadores y las capacitadoras remarcan todo el tiempo y que las personas que asisten, desde el momento en el que empiezan a utilizar las aplicaciones, tienen en consideración.

Con respecto a esto, Isabel Núñez, de 66 años y una de las participantes del Centro de Jubilados “Florecer” de Villa Lugano, comenta: “Sé que hay muchas estafas virtuales, conozco a gente que le pasó y con lo que aprendimos, conocimos buenas maneras de evitarlo”. Y suma: “Pienso que si empiezo a manejar la billetera virtual, que fue lo que me resultó más novedoso de la charla, no voy a tener que andar con dinero encima”. A su vez, Núñez confiesa: “Actualmente me está costando salir a la calle con plata por miedo y con lo que nos fueron enseñando creo que lo voy a poder utilizar”.

"Con lo que aprendimos, conocimos buenas maneras de evitar estafas virtuales”. (Isabel Núñez, alumna)

.

FOTO: ALBERTO RAGGIO/GCBA

Por otro lado, en cuanto a las preguntas que mayormente surgen por parte de quienes asisten, Risso recuerda: “Las principales dudas que surgen tienen que ver con lo que involucra el pago con QR, el pago de servicios mediante billeteras virtuales, el uso del mail para tramitar recetas médicas o el uso de WhatsApp para sacar turnos. Incluso nos consultan mucho sobre cómo descargar las aplicaciones en cuestión”.

Y añade: “La idea es que los adultos mayores puedan llevar adelante determinadas tareas desde sus casas, y que puedan evitar la exposición al calor o a las bajas temperaturas, mientras se amigan con las nuevas herramientas digitales”. Una optimización del tiempo que Marta Loreto agradece haber descubierto: “Cuando empecé a entrar al banco desde mi casa, me terminó resultando cómodo porque ya no tenía que realizar las filas de los cajeros automáticos”.

Desde que se comenzaron a dictar los cursos, más de 800 personas fueron capacitadas en diferentes barrios de la Capital Federal. Hasta el momento, algunos de los que se recorrieron fueron Rodrigo Bueno, Mugica, Juan 23, Caballito, Flores, Villa Lugano, Parque Avellaneda y Nágera, entre otros.

Más de 800 personas fueron capacitadas en diferentes barrios de la Capital Federal

.

FOTO: ALBERTO RAGGIO/GCBA

La independencia económica en los adultos mayores

El principal objetivo, que va más allá de los saberes teóricos que se llevan quienes asisten al curso para luego ponerlos en práctica en la cotidianeidad, es el de conseguir la independencia económica de los adultos mayores o, en su defecto, brindar el puntapié inicial para que se aproximen a ella. Con respecto a esto, Marta Loreto, presidenta del Centro de Jubilados “Renacimiento”, narra: “La capacitación sobre finanzas digitales me resultó bastante útil porque la mayoría de la gente grande no sabe manejarse ni por el teléfono, ni por una computadora. Suele tener apoderados y muchas veces eso resulta un problema. Entonces me resultó relevante que la gente aprendiera a manejarse sola y que los familiares no le manejen el dinero”.

Y suma: “Es muy importante la independencia económica, sobre todo cuando la persona mayor no está mal de salud o todavía tiene las capacidades suficientes para que alguien de la familia intervenga en el manejo de su plata”.

Algo similar destaca Norma Buryaili, otra de las jubiladas que participó de las capacitaciones en el Centro “Florecer” de Villa Lugano: “Muchas veces mis hijos y mis nietos no me quieren explicar sobre el uso de la tecnología porque no me tienen paciencia. Por eso estoy muy contenta de que hayan venido a enseñarnos sobre este tema”. Ella también remarca el detenimiento con el que los capacitadores y capacitadoras explicaban con calma cada duda particular.

"Estoy muy contenta de que hayan venido a enseñarnos sobre este tema”. (Norma Buryalli, alumna)

.

FOTO: ALBERTO RAGGIO/GCBA

Buryaili, a sus 88 años, se animó a comprar un celular para poder manejar determinados trámites por su cuenta. Principalmente, los médicos y las solicitudes de turnos virtuales, ya que tiene sus dos rodillas operadas y no quiere depender de nadie al momento de tratarse. “A pesar de todo, yo me siento capaz de poder aprender y más con estos jóvenes que han venido a dar la charla y que me han hecho entender los temas con mucha tranquilidad”, sostiene.

En cuanto a esto, Isabel Núñez afirma que esa independencia también le aporta comodidad y tranquilidad a la hora de realizar determinadas tareas financieras: “Es bueno saber el uso de estas herramientas para poder manejarme sola desde mi casa. También me siento más segura, con todo lo que está pasando, al poder utilizar una billetera virtual”.

La mayoría de las personas que asisten son mujeres

.

FOTO: ALBERTO RAGGIO/GCBA

A su vez, en todos los Centros de Jubilados suele presentarse el mismo patrón. La mayoría de las personas que asisten son mujeres. “En nuestro caso, todas las asistentes fueron mujeres. La mayoría de las que asisten al Centro son viudas”, afirma Marta Loreto. A lo que agrega: “Creo que se animaron porque la independencia económica, al no tener al esposo, pasa a ser muy importante”.

Razón por la que una cuestión de generación, también se torna de género, al ser casos de mujeres que, en muchas ocasiones, la economía fue manejada por su marido y que, por diferentes razones, se encuentran ante un panorama en el que esas finanzas ahora deben manejarlas ellas.

Todas son ejemplo de que nunca es tarde para seguir aprendiendo y para comenzar a dar sus primeros pasos después de los cincuenta.