Patricia Rey es tocoginecóloga y Jefa de Consultorios Externos del Hospital Materno Infantil Sardá y calcula que en sus 23 años de oficio habrá participado en, como mínimo, 1500 partos.
Sin embargo recuerda con claridad el nacimiento de Antonella, en mayo de 1986, la primera beba que, con el miedo y las inquietudes propias de una médica recién recibida, ayudó a nacer.
Madre de dos hijos, hoy su trabajo implica involucrarse en todo el proceso de gestación del bebé: desde el momento del embarazo hasta el parto.
Patricia contó sus primeras vivencias como profesional y el significado que tiene el Día de la Madre en el emblemático hospital de Parque Patricios que lleva en su historial la responsabilidad de traer al mundo a unos 8 mil bebés por año.
¿Cómo fue la primera vez que hizo un parto?
Fue un momento de mucha movilización emocional. Tenía 23 años y recuerdo mi propia inseguridad por falta de experiencia. Fue en mayo de 1986, se realizó un parto normal y por suerte salió todo bien. Nació una nena que se llama Antonella con cuya mamá hoy todavía me sigo viendo, me llama para mi cumpleaños, o me visita junto con su hija que además hoy ya es mamá.
Todo parto es un momento maravilloso e increíble. Traer una persona a la vida implica una carga de emociones muy fuerte. Ver la reacción de la mamá, de su padre, es un momento único. Aún, si la madre está sola, somos un equipo que acompaña mucho al paciente y está muy pendiente para que se sienta confortable, segura.
¿Cuántos bebés ayudó a nacer?
En mi trayectoria habré hecho como mínimo 1500 partos. Sólo en el primer año, durante mi residencia hice entre 400 y 500.
¿Hay algún primer consejo profesional que se le da a toda madre?
Hay que favorecer la lactancia materna, fortalecer el vínculo madre-hijo e incluir al padre; entender los cambios corporales y comprender las transformaciones que hay en el cuerpo, así como entender que la vida no va a ser igual que antes. Hay que saber que no se va a dormir como antes y que eso agota, por lo tanto hay que pedir ayuda en lo posible, dormir cada vez que el bebé duerme y, por supuesto, no consumir ningún tóxico durante y después del embarazo. Hay que valorar el propio cuerpo para valorar el del hijo, por eso cada madre tiene que cuidarse a sí misma para cuidar a su bebé.
¿Qué significado tiene para ud. el Día de la Madre?
No me gusta que haya un día sólo dedicado a la madre, porque eso puede dejar fuera del festejo a quienes no la tienen. Debería festejarse un día de la familia. No obstante, en la maternidad se vive de manera especial, con mucho jolgorio. Hay un mimo para todos y para las madres. Algunos laboratorios u ONG´s nos envían flores y regalos. Es un día que se vive con mucha alegría y mucho optimismo.
