La Policía fue y es la vida para esta familia. Los dos más grandes, abuelo y padre, en la provincia de Buenos Aires; y Gustavo, quien eligió la Policía Metropolitana, aunque con la misma convicción y valores que le marcaron e inculcaron sus primogénitos, y que a diario también aprende en la Escuela de la Policía.
Ellos, como muchos otros, saben que se puede colaborar con la gente de a pie.
Para que tengan una vida más segura. Sabiendo que en la calle hay personas, como Gustavo, que siempre están cerca para protegerlos, para brindarles una mano y un apoyo en lo que necesiten.
Son tres generaciones que decidieron servir al otro despojándose de egoísmos, sabiendo que salen de su casa para dar todo de sí, hasta su vida.
Así sienten los Milasso, como muchas otras familias de la Policía de la Ciudad.