Martes 07 de Octubre de 2014

Un Papa familiar

"El Señor nos pide que cuidemos de la familia, que desde los orígenes es parte integral de su designio de amor por la humanidad”, resaltó el Papa Francisco en la basílica de San Pedro, durante la apertura de la III Asamblea General Extraordinaria del Sínodo de los Obispos.

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El Papa celebró en la basílica de San Pedro la misa de apertura de la III Asamblea General Extraordinaria del Sínodo de los Obispos sobre el tema “Los desafíos pastorales de la familia en el contexto de la evangelización”. “Las Asambleas sinodales no sirven para discutir ideas brillantes y originales, o para ver quién es más inteligente... Sirven para cultivar y guardar mejor la viña del Señor, para cooperar en su sueño, su proyecto de amor por su pueblo", advirtió.

Francisco indicó que "el Señor nos pide que cuidemos de la familia, que desde los orígenes es parte integral de su designio de amor por la humanidad”.

“Para cultivar y guardar bien la viña, es preciso que nuestro corazón y nuestra mente estén custodiados en Jesucristo por la 'paz de Dios, que supera todo juicio', como dice san Pablo. De este modo, nuestros pensamientos y nuestros proyectos serán conformes al sueño de Dios: formar un pueblo santo que le pertenezca y que produzca los frutos del Reino de Dios", sostuvo.

El Papa insistió en advertir que "el sueño de Dios siempre se enfrenta con la hipocresía de algunos servidores suyos. Podemos frustrar el sueño de Dios si no nos dejamos guiar por el Espíritu Santo".

Durante quince días, del 5 al 19 de octubre, unos 300 padres sinodales y peritos buscarán formas pastorales de atender las nuevas realidades familiares.

Además de debatir sobre la situación de los divorciados en nueva unión, se tratarán otros temas "urgentes" como la pobreza, la inmigración o la violencia.