La Secretaría de Transformación Cultural fomenta cinco valores para marcar y guiar las políticas públicas de la Ciudad y así hacerla un lugar mejor y de disfrute. Además, impulsa el respeto entre sus colaboradoras y colaboradores generando una buena convivencia en la diferencia.
Estos valores orientan al equipo en cada proyecto y se evidencia en su forma de trabajar, convivir y relacionarse para alcanzar los objetivos que se proponen.
TRANSFORMACIÓN
La vocación por hacer es una actitud que tiene como meta transformar la vida de todos los vecinos y vecinas, haciendo de la Ciudad de Buenos Aires el mejor lugar para vivir.
Los servidores y servidoras públicas del Gobierno de la Ciudad trabajan todos los días con creatividad e innovación para encontrar soluciones nuevas a problemas viejos. Son conscientes de que las necesidades de los vecinos y vecinas no pueden esperar, por eso el Tiempo es un valor.
Además, promueven una Ciudad sustentable tanto en lo económico, como en lo ambiental y en el bienestar social.
EMPATÍA
El equipo del Gobierno de la Ciudad cree que gobernar es estar presentes, escuchar, acompañar y empatizar para comprender la realidad y necesidades de los/as vecinos/as. Con humildad entienden el poder como servicio.
Velan por tener la apertura necesaria para escuchar, reconocer los errores propios y aprender de las experiencias que puedan hacer crecer su trabajo.
EQUIPO
La transformación de la Ciudad se hace en equipo. Este equipo trabaja en colaboración e involucramiento de las áreas pertinentes y se comparte la información en tiempo y forma.
Se valora el aporte de cada servidor/a público/a, impulsando a que desarrolle su potencial y trabajan de forma participativa: junto a los/as vecinos/as son todos un mismo equipo.
DIVERSIDAD
Cada persona es única: el equipo del Gobierno de la Ciudad se potencia desde sus diferencias.
El respeto y la integración son condición esencial de su trabajo. Conforman equipos plurales para resolver los problemas y desafíos complejos que enfrenta a diario la Ciudad.
AUSTERIDAD
Los servidores públicos y las servidoras públicas tienen la tarea de administrar bienes que no son suyos, con el criterio y la sobriedad que tal responsabilidad conlleva. Trabajan cuidando cada uno de los recursos, siendo conscientes de ello, para maximizar su rendimiento.