Jueves 12 de Febrero de 2015

Visitas guiadas

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La quinta con árboles frutales que rodeaba la casa veraniega fue transformada por Larreta en un jardín andaluz. Los musulmanes provenientes del desierto, una vez instalados en la zona fértil mediterránea, crearon frondosos jardines, a modo de oasis, variando la privacidad racionalista europea por el intimismo mágico. Dicho efecto imprime un aspecto laberíntico a partir de espacios acotados e irregulares, los cercos de buxus o boj, pensados como lugares pequeños en los que apenas pueden caminar dos personas, llenos de encrucijadas y senderos que se abren en distintas direcciones.

El jardín hispano musulmán satisface el oído con el murmullo del agua, el olfato con el perfume de las flores y el tacto por la variedad de brisas y las diversas texturas del piso: baldosas, ladrillos, tierra y ripio.