El Jardín Japonés posee un atractivo único: se trata de uno de los lugares más calmos y relajantes dentro de la Ciudad. Cientos de visitantes encuentran tranquilidad caminando a través de sus puentes, entre especies vegetales nativas del Japón.
Fue inaugurado en 1967, con motivo de la visita del entonces príncipe heredero del Japón, Akihito, y su esposa, Michiko, quienes hoy son los emperadores de esta nación. En 1977 fue rediseñado por el ingeniero paisajista, Yasuo Inomata, siguiendo el modelo de los jardines zen. Hoy, este predio es manejado por la Fundación Cultural Argentino Japonesa, cuidando el espacio de acuerdo con las leyes y reglamentos de la Ciudad.
La belleza paisajística de sus paseos a través de lagos habitados por peces carpas y cruzados por puentes típicos no es la única razón para visitar el Jardín Japonés. Dentro de este espacio, un centro cultural ofrece cursos, charlas y exposiciones sobre distintas disciplinas japonesas, como el aikido y el arte del bonsái. Además, hay una biblioteca, con libros en castellano e inglés, para profundizar estos conocimientos.
El restorán del Jardín ofrece platos típicos japoneses para el almuerzo, la hora del té y la cena, que se pueden disfrutar frente a un paisaje privilegiado.
Para quienes deseen incursionar en el paisajismo japonés, el vivero Kadan vende plantas típicas, peces koi y otros productos orientados a la parquización y el paisajismo.
Conocé las actividades y propuestas ingresá a la página del Jardín Japonés.