El vivero
Dentro del vivero crecen unos 8.000 ejemplares de alrededor de 100 especies vegetales diferentes que pueblan el suelo de la Reserva. De esta manera, es posible reproducir la flora de la zona para garantizar su preservación y la difusión de especies nativas dentro de la ciudad.
El vivero se encuentra en el extremo norte de la Reserva, cerca de la entrada por la calle Viamonte. Está compuesto por las diferentes estructuras que son necesarias para garantizar que los plantines se reproduzcan y crezcan sanos. Una vez que alcanzan un buen desarrollo, pasan a ser plantados dentro de la Reserva o en diferentes espacios verdes de la ciudad.
El vivero dispone de:
- Un invernadero: en este espacio cubierto se puede controlar la temperatura y la humedad en épocas con clima desfavorable. También permite que ingrese la luz. Es el lugar ideal para hacer germinar los primeros plantines y para mantenerlos y protegerlos cuando se encuentran más vulnerables.
- Un umbráculo: al igual que el invernadero, es un espacio cubierto, pero con una media sombra que protege del sol a las plantas recién salidas del invernadero, al mismo tiempo que permite que comiencen a adaptarse al exterior.
- Una cancha de cría: se encuentra al aire libre y no tiene ningún tipo de protección, ya que su objetivo es que las plantas cultivadas se aclimaten en macetas antes de que sean trasplantadas en el campo.
- Canteros y senderos interpretativos: donde se exhiben algunas de las plantas típicas de la Reserva y de la ribera del Río de la Plata, para que los visitantes aprendan a reconocerlas durante las visitas guiadas al vivero.
Sus objetivos
El vivero de la Reserva tiene un rol central en la preservación de los ambientes naturales del Río de la Plata: la reproducción de las distintas especies de plantas nativas que crecen dentro del predio permiten conservar las características naturales de la zona.
Además de autoabastecer a la Reserva con las especies vegetales que forman parte de sus distintos ambientes, el vivero también suministra plantas nativas para diferentes espacios de la ciudad ya que produce una gran cantidad de ejemplares: unas 8.000 plantas nativas de casi 100 especies diferentes crecen dentro del vivero. Gracias a ello, podemos encontrar una porción del ecosistema natural de Buenos Aires en distintos parques y plazas de la ciudad.
El vivero ayuda a preservar el ecosistema natural de la región no solo a través de la producción de plantas sino también gracias al trabajo de control de especies exóticas que lleva adelante su personal. Estas especies crecen en forma espontánea dentro de la Reserva debido a que el viento traslada sus semillas o también porque los pájaros comen de sus frutos y después eliminan las semillas a través de sus deposiciones. En la ciudad encontramos varias especies vegetales que no son propias de la región, como el Paraíso (originario de Asia) o el Plátano (proveniente de Australia). Esto también ocurre en la Reserva y es por eso que los encargados del control de plantas exóticas monitorean el crecimiento de estas especies y remueven los plantines jóvenes para evitar que proliferen y le quiten espacio a las especies nativas. La tarea es permanente, ya que resulta imposible tener una Reserva puramente constituida por especies nativas, pero alcanza para mantener controlado el avance de especies exóticas.
Visitas guiadas
La Reserva ofrece un servicio de visitas guiadas por el vivero, que tiene como objetivo facilitar el reconocimiento de las especies silvestres de las tres ecorregiones que se encuentran dentro del lugar.
Las visitas guiadas se realizan el segundo viernes de cada mes, de 10 a 12. Se realiza un recorrido a través de los senderos del vivero con el objetivo de aprender a reconocer algunas de las especies botánicas más comunes del lugar.
Es necesario realizar una inscripción previa escribiendo a: visitasguiadas_recs@buenosaires.gob.ar