Es sabido que las personas suelen pensar en base a construcciones sociales o prejuicios hacia los mayores con nociones tales como: “son frágiles" o “no se adaptan a los cambios", o bien “ya no están para aprender o intentar cosas nuevas", por ejemplo.
El maltrato hacia las personas mayores se puede presentar en diversas modalidades, unas más evidentes y otras más sutiles. Y, al igual que con otros tipos de maltrato, se sostiene en distintas ideas, prejuicios acerca de lo que significa la vejez y el proceso de envejecimiento.
Compartimos algunas pautas para tener en cuenta al momento de relacionarse con una persona mayor, para hacerlo desde el respeto a su autonomía y a su identidad.
Buenas prácticas hacia las personas mayores
- Evitar utilizar términos que perpetúan estereotipos vinculados a la edad tales como “abuelas/abuelos”.
- Si una persona mayor está acompañada por otra persona, dirigir la comunicación a ella y no a su acompañante.
- No pensar que las personas mayores son todas iguales. Todas las personas tienen los mismos derechos, pero cada una es única y diferente del resto.
- No infantilizarlas. Aunque alguna persona mayor requiera de cuidados, no deja de ser adulta ni pierde su autonomía.
- No creer que la tristeza y la enfermedad forman parte del proceso de envejecimiento. La enfermedad no está necesariamente vinculada a la edad cronológica, sino que depende de muchos otros factores. Y los problemas de salud mental, la depresión y la tristeza no forman parte del proceso de envejecimiento.
- La edad no limita la creatividad ni las posibilidades de aprendizaje. Nunca se deja de aprender: las personas mayores tienen capacidad para adquirir nuevos conocimientos o tener intereses como cualquier otra persona.
- Aceptar que las personas mayores tienen la capacidad y/o vitalidad suficiente como para adoptar una mascota y beneficiarse de este vínculo.
- Comprender que el envejecimiento no implica la ausencia de vida sexual. La capacidad de mantener actividad sexual depende de diferentes factores. Todos tenemos derecho a disfrutar y mantener relaciones sexo afectivas, en todas las etapas de la vida.
Muchas veces reproducimos estos prejuicios sin intención, creyendo que es una forma de cuidarlos o respetarlos. Pero tenemos que entender que las personas mayores son muy diversas.
Por ello es fundamental identificar estas creencias para desnaturalizar los estereotipos negativos construidos en relación a las vejeces y fomentar el cumplimiento de los derechos, el empoderamiento y la autonomía de las personas mayores.
¡No dejemos que el maltrato y el abuso hacia los mayores siga siendo invisible!
¿A vos cómo te gustaría que te traten?