Cuidá tu presión, cuidá tu cerebro

Recomendaciones para prevenir la presión alta y el ACV,

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¿Qué son la hipertensión y el ACV?

La hipertensión arterial es un factor de riesgo cardiovascular que genera un aumento de la presión dentro de las arterias, generando daño en diferentes órganos (corazón, ojos, riñones).

El ACV (accidente cerebrovascular) sucede cuando una arteria que lleva sangre al cerebro se tapa o se rompe. Puede generar secuelas o causar la muerte.

Ambos se pueden prevenir.

 

¿Cómo saber si tengo la presión alta?

  • Normal: menos de 130/80 mmHg
  • Alta: 140/90 mmHg o más
  • Zona de riesgo: entre 130–139 / 80–89 mmHg

 

Aunque te sientas bien, controlá tu presión regularmente. No esperar síntomas te puede salvar la vida.

 

Consideraciones para la toma correcta de la Presión arterial:

  • Descansar 5 min antes de la toma.
  • No haber fumado, tomado café, ni haber realizado ejercicio por lo menos 30 minutos antes de la toma.
  • Tener la vejiga vacía.
  • Durante la toma, no debe hablar ni moverse.
  • Estar sentado con la espalda apoyada en la silla y los pies apoyados en el suelo (sin cruzar las piernas).
  • El brazo debe estar descubierto (sin ropa que comprima) y apoyado sobre una superficie (como una mesa).
  • El manguito debe colocarse 2-3 cm por encima del pliegue del codo.
  • El manguito debe desinflarse a una velocidad lenta y constante.
  • La campana del estetoscopio debe colocarse sobre el pliegue del codo.
  • Se recomienda el uso de equipos validados.

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Recomendaciones para cuidar tu presión y prevenir un ACV

  • Visitá a tu médico de cabecera periódicamente. Si tomás medicación, no la suspendas sin consultarle.
  • Reducir el consumo de sal.
  • Hacer ejercicio.
  • Dormir entre 7 y 8 horas por día.
  • No fumar.
  • Reducir el consumo de alcohol.
  • Mantener una alimentación balanceada y variada.
  • Mantenerse hidratado.

 

Síntomas de alerta de un ACV 

Ante los primeros síntomas, llamá al 107:

  • Parálisis o debilidad en un lado del cuerpo,
  • Boca o rostro torcido, o dificultad para sonreír.
  • Imposibilidad de caminar y ejecutar maniobras de forma coordinada.
  • Dificultad para hablar o entender el lenguaje
  • Visión borrosa o doble
  • Mareos intensos o pérdida repentina del equilibrio
  • Dolor de cabeza súbito y muy fuerte.

El ACV es una emergencia médica tiempo-dependiente, si se actúa dentro de las primeras 4 o 5 horas desde el inicio de los síntomas, es posible minimizar el daño neurológico y mejorar la recuperación.