Viernes 21 de Febrero de 2020

Día Internacional del Implante Coclear

Se celebra el 25 de febrero en conmemoración a la fecha en que se realizó el primer procedimiento con este dispositivo. Fue en 1957 hecho por los doctores franceces Djourno y Eyrès.

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El Día Internacional del implante coclear se celebra el 25 de febrero en conmemoración a la fecha en que se realizó el primer procedimiento con este dispositivo. Fue en 1957 hecho por los doctores franceces Djourno y Eyrès.

En el Hospital de Niños “Ricardo Gutierrez”, el equipo de Otorrinolaringología y Audiología, llevan colocados y encendidos 50 implantes cocleares con éxito, en niños hipoacusicos, situación que modifica y mejora la calidad de vida de estos niños y sus familias.

¿Cuándo se indica la colocación de un implante coclear?

El implante coclear ha producido un cambio positivo y trascendental en la recuperación de la hipoacusia profunda, siendo hoy el único sentido que podemos recuperar, pero los resultados en la infancia dependen de la intervención temprana.

La hipoacusia, disminución o ausencia de la capacidad auditiva, es un problema de máxima importancia durante la infancia, ya que el desarrollo del lenguaje, el desarrollo intelectual y social del niño tiene estrecha relación con la escucha y el resto de los sentidos.

El oír permite la relación con el medio, por esto, las hipoacusias de ambos oídos, no sólo afectan el desarrollo del habla en el niño, sino también la evolución intelectual y su integración social.

En estos casos es donde los implantes cocleares han modificado el pronóstico en esta patología. Los implantes cocleares son dispositivos de alta tecnología que estimulan eléctricamente las fibras nerviosas auditivas remanentes para producir impresiones sonoro-auditivas en los pacientes hipoacusicos, en los que hubo mínimo o nulo beneficio con audífonos.

La selección y preparación del paciente candidato a recibir un implante coclear requiere de la asistencia de un verdadero equipo multidisciplinario que incluya Audiólogas (con amplia experiencia en audiología infantil, en los casos pediatricos), Médico otorrinolaringólogo con experiencia en otología, Psicólogo, Foniatra y Neurolingüista, estimuladoras y rehabilitadores del lenguaje, equipo de imágenes, y otros profesionales de ser necesario, si el paciente cuenta con patologías asociadas.

Un implante coclear se puede colocar en niños y adultos que cumplan con los criterios médicos-audiológicos. La indicación mejor establecida es en hipoacusias neurosensoriales profundas bilaterales sin beneficio con audífonos. Pero en los últimos años se han ampliado las indicaciones a hipoacusias asimétricas o unilaterales, comprobando también el gran beneficio a los pacientes.

Cada paciente debe ser estudiado como un caso único. La edad de implantación y el tiempo de privación auditiva también son factores muy importantes. En niños hipoacusicos pre-linguales será importante una implantación temprana, podríamos hablar de una primera etapa entre 1 y 3 años de edad donde los resultados serán óptimos, aprovechando los periodos de máxima plasticidad neuronal para el aprendizaje y adquisición del habla y lenguaje. Y en una segunda etapa, de los 3 a los 6 años, donde a más largo plazo se pueden obtener también buenos resultados. Luego de esa edad los resultados serán variables en pacientes pre-linguales.

¿Cómo funciona el implante coclear?

El implante consta de partes internas colocadas quirúrgicamente y partes externas. Las partes externas son un micrófono, un procesador del habla y una bobina, que se conecta mediante imán al receptor- estimulador que se encuentra debajo del cuero cabelludo (implantado quirúrgicamente) y este, a su vez, conecta y transmite a la guía de electrodos colocados por cirugía, dentro de la cóclea (parte del oído interno), estos electrodos producen la descarga de energía que estimula las neuronas auditivas.

Post implantación, recién al mes de la cirugía, el implante se enciende por primera vez y se calibra. A partir de ese momento comenzará el largo camino de la habilitación auditiva donde el paciente deberá aprender a oír y hablar.

Los resultados serán mejores en niños implantados tempranamente con poco tiempo de privación auditiva, sin patologías agregadas y con un adecuado soporte familiar, escolar y una correcta rehabilitación.

Es muy importante que el niño sea diagnosticado a tiempo.

Si bien existe un estudio universal que evalúa a todo recién nacido, llamado Otoemisiones Acústicas, los padres o familiares deberán estar atentos a las conductas hacia los sonidos que tenga su bebé y ser los primeros observadores. También los pediatras o profesionales de atención primaria de salud, además de saber escuchar las referencias hechas por los familiares, deberán pedir a tiempo una evaluación auditiva con un Audiólogo y consulta con el Otorrinolaringólogo.

Por lo tanto, los actores en la detección deberán empezar en el hogar, pasar por la primera linea de asistencia que, sospechando la hipoacusia, pida evaluación auditiva y especializada y por último una rehabilitación responsable por parte del equipo de salud, la familia y el paciente.