Miércoles 03 de Marzo de 2021

Día Mundial de la Obesidad: 4 de marzo

Es una enfermedad que está vinculada al estilo de vida de las personas, es decir, que su tratamiento requiere un abordaje holístico e integral que incorpore no sólo los aspectos biomédicos, sino también los aspectos socioculturales, que posibiliten dar cuenta de la complejidad de este fenómeno.

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Actualmente la obesidad es un tema relevante de salud pública debido al incremento que ha tenido en las últimas décadas, no sólo en nuestro país, sino a nivel mundial.

La obesidad es una enfermedad que está vinculada al estilo de vida de las personas, es decir, que su tratamiento requiere un abordaje holístico e integral que incorpore no sólo los aspectos biomédicos, sino también los aspectos socioculturales, que posibiliten dar cuenta de la complejidad de este fenómeno.

Por ello, es importante comprender la obesidad en sus múltiples causas y dimensiones, tanto en el contexto cultural donde se produce y sustenta, mediante pautas que rodean a la alimentación, los hábitos, las prácticas, los tipos de alimentos que consumen los jóvenes y los adultos, entre otros como en los contextos económicos, sociales y ambientales donde tiene lugar la obesidad, y también la sustentan, la producción de alimentos, la venta y la promoción publicitaria, y el medio ambiente, entre otros.

Teniendo en cuenta esta perspectiva, el trabajo en salud en torno a la obesidad –promoción, prevención y tratamiento-, no se limita únicamente al cuidado individual, sino que requiere de un enfoque social que lo trascienda, y posibilite entre otras cosas, revisar los estereotipos sociales acerca de la obesidad, y el estigma y la discriminación hacia las personas con obesidad.

Para ello, la Ciudad cuenta con equipos de profesionales especializados en la materia, que trabajan en Hospitales y Centros de Salud, y abordan la temática desde distintas disciplinas. En este sentido, el desafío en salud es promover una estrategia de trabajo conjunto con la comunidad, que favorezca la prevención, y promueva la salud y la calidad de vida de las personas con obesidad.

Algunos datos sobre obesidad

En el mundo:

  • Según la Organización Mundial de la Salud, en los últimos 40 años, la cantidad de personas con obesidad en el mundo se triplicó (OMS, 2017).

En Argentina:

  • Según los datos de la última Encuesta Nacional de Nutrición y Salud (ENNYS, 2019) el exceso de peso está presente en el 67,9% de la población adulta (34,0% sobrepeso y 33,9% obesidad), en el 41,1% de la población de 5 a 17 años (sobrepeso 20,7% y obesidad 20,4%) y en el 13,6% de la población menor de 5 años (10% sobrepeso y 3,6% obesidad).

En la Ciudad de Buenos Aires:

  • 6 de cada 10 adultxs presentan exceso de peso
  • 4 de cada 10 niñxs en edad escolar presentan exceso de peso
  • Los alimentos ultraprocesados (productos industrializados con alto contenido de azúcares agregados, sodio y grasas) están contribuyendo al rápido aumento de la obesidad. Una alimentación saludable y una vida activa ayudan a prevenirla.

Recomendaciones nutricionales para personas con Sobrepeso–Obesidad:

Realizar las 4 comidas principales y, si es necesario, planificar colaciones:

  • Consumir verduras y frutas estacionales, preferentemente crudas, aportan fibra a tu organismo y generan saciedad. Es necesario al menos 3 frutas al día y vegetales en las dos comidas principales, como parte importante de tu plato.
  • Consumir variedad de carnes magras en forma moderada, aumentando el consumo de pescado.
  • Consumir huevos en diversas preparaciones.
  • Consumir lácteos descremados: leche, yogur y quesos.
  • Consumir en forma moderada harinas, granos y sus derivados (fideos, panes, masas). Preferentemente elegir integrales.
  • Incorporar legumbres a las preparaciones: lentejas, garbanzos, porotos.
  • Consumir aceite preferentemente crudo, y sal con moderación.
  • Aprovechar la oportunidad de cocinar en casa preparaciones saludables y sencillas con alimentos naturales y frescos.
  • Evitar los productos ultraprocesados o “listos para consumir”.
  • No agregar azúcar a las infusiones o preparaciones, probar amargo o reemplazarla por edulcorante, preferentemente estevia natural.
  • Evitar el picoteo.

Mantener una buena hidratación:

  • Contribuye a una buena función respiratoria, la distribución de nutrientes, la eliminación de toxinas y la regulación de la temperatura corporal.
  • Tomar 1 ½ a 2 litros de agua segura, 8 vasos, como fuente principal de hidratación.
  • Pueden incluirse infusiones como mate, té o mate cocido, caldos caseros de verdura o carne desgrasados
  • Evitar las bebidas azucaradas y/o artificialmente edulcoradas (gaseosas, jugos y aguas saborizadas artificiales)

Evitar el sedentarismo:

  • 30 minutos de actividad física moderada todos los días son importantes para la salud y para prevenir enfermedades.
  • La actividad puede incorporarse a la rutina laboral, escolar, o doméstica, sin necesidad de buscar un momento especial para realizarla.

Una alimentación inadecuada no sólo genera obesidad, sino que es un factor de riesgo de enfermedades crónicas (diabetes, hipertensión, enfermedades cardiovasculares, renales y algunos tipos de cáncer) debilitando, a su vez, el sistema inmunológico de las personas. Las personas que viven con obesidad constituyen en un grupo altamente vulnerable frente al COVID-19.