¿Qué es una Cardiopatía Congénita?
Es una anomalía o alteración en la estructura del corazón o sus válvulas que está presente desde el nacimiento. Los defectos cardíacos tienen su origen durante las primeras semanas del embarazo (40 o 50 días de gestación), cuando se está formando el corazón.
La más habitual de las cardiopatías congénitas es la comunicación interauricular (CIA), pero también se pueden presentar alteraciones en la comunicación interventricular, transposición de vasos sanguíneos y anomalía del retorno venoso. La mayoría de estas alteraciones se corrigen mediante cirugía en los primeros meses de vida.
¿Cómo afectan a un niño los defectos cardíacos?
Algunos bebés y niños con defectos cardíacos no experimentan síntoma alguno. En algunos casos, puede diagnosticarse un defecto cardíaco cuando el médico escucha un sonido anormal en el corazón, llamado soplo. Los niños con corazones normales también pueden tener soplos, denominados soplos “inocentes” o “funcionales”. El médico puede sugerir la realización de pruebas para confirmar si el niño tiene un defecto cardíaco.
¿Qué pruebas se realizan para diagnosticar los defectos cardíacos?
Si se sospecha que los bebés o niños tienen un defecto cardíaco, generalmente se los deriva a un cardiólogo pediátrico. Este médico les realizará un examen físico y a menudo recomendará que se realicen una o más de las siguientes pruebas:
- Ecografía cardíaca
- Radiografía de tórax
- Electrocardiograma, una prueba que registra los patrones del ritmo cardíaco
- Ecocardiograma, una forma especial de ultrasonido que utiliza ondas sonoras para tomar imágenes del corazón
Todas estas pruebas son indoloras y no invasivas (es decir, no se introduce nada en el cuerpo del niño). Algunos niños que padecen enfermedades cardíacas también deben someterse a un procedimiento denominado cateterismo cardíaco. Durante este procedimiento, se introduce un tubo delgado y flexible en el corazón del niño después de anestesiarlo. Esta prueba brinda información detallada acerca del corazón y su funcionamiento.
En la actualidad, la cirugía y el cateterismo cardíaco se están realizando en niños muy pequeños. De hecho, es habitual realizar estos procedimientos durante la lactancia e incluso durante el período neonatal.
La mayoría de estas alteraciones se corrigen mediante cirugía en los primeros meses de vida.
¿Cuáles son las causas de los defectos cardíacos congénitos?
En la mayoría de los casos, los científicos no saben por qué el corazón de algunos bebés se desarrolla de manera anormal. Aparentemente, podría deberse a factores genéticos y factores medioambientales.
En este último caso, las mujeres que contraen rubéola durante los tres primeros meses de embarazo tienen un riesgo elevado de dar a luz un bebé con un defecto cardíaco. Otras infecciones virales, como la gripe, también pueden contribuir, al igual que la exposición a ciertos productos químicos industriales (disolventes). Algunos estudios sugieren que beber alcohol o consumir cocaína durante el embarazo puede aumentar el riesgo de defectos cardíacos.
Ciertas enfermedades crónicas de la madre, como la diabetes, también pueden contribuir. No obstante, las mujeres diabéticas pueden reducir el riesgo asegurándose de controlar los niveles de azúcar en su sangre desde antes de la concepción.
¿Es posible prevenir los defectos cardíacos congénitos?
La mayoría de los defectos cardíacos congénitos no puede prevenirse. Sin embargo, existe una serie de medidas que toda mujer puede tomar antes y durante el embarazo para ayudar a reducir el riesgo de tener un bebé con un defecto cardíaco:
- Tomar un complejo multivitamínico que contenga 400 microgramos de ácido fólico todos los días desde antes de quedar embarazada. Esto ayuda a prevenir los defectos congénitos serios en el cerebro y la médula espinal y, además, puede ayudar a prevenir los defectos cardíacos.
- Consultar al médico antes de quedar embarazada. En esta visita, debe realizarse a la mujer un análisis para determinar si es inmune a la rubéola y vacunarla si no lo es. Las mujeres con enfermedades crónicas, como diabetes y fenilcetonuria, deben asesorarse sobre cómo ajustar su medicación y/o modificar sus dietas para mantener bajo control estas enfermedades antes y durante el embarazo.
- Informar a su médico acerca de todos los medicamentos que esté tomando, incluso los de venta libre o los medicamentos a base de hierbas.
- Evitar el contacto con personas con gripe u otras enfermedades con fiebre.
- Evitar la exposición a disolventes orgánicos, usados en productos como pinturas, esmaltes y agentes desengrasantes y de limpieza.
Si usted se acaba de enterar de que su bebé presenta una anomalía congénita, probablemente estará experimentando muchas emociones. Los padres que se encuentran en esta situación a menudo dicen que se sienten angustiados y superados por la noticia y que les asaltan multitud de dudas sobre si serán capaces de cuidar adecuadamente de su hijo. Afortunadamente, usted no está solo -con un poco de esfuerzo, se dará cuenta de que hay muchas personas y recursos que le pueden ser de gran ayuda.