El pastizal pampeano, por la calidad de sus suelos para la producción agropecuaria, es el ambiente más transformado del país, a tal punto que resulta difícil encontrar representaciones en buen estado de conservación. En la reserva destinamos más de 2 hectáreas de terrenos altos a la recreación de este ambiente, intentando recuperar las comunidades originales de gramíneas (géneros Nassella, Piptochaetium, Bromus, Paspalum, Bothriochloa, Melica, Aristida, etc.) que dominaban la mayor parte del territorio de la provincia de Buenos Aires. Gran cantidad de aves, artrópodos, reptiles y mamíferos prefieren estos ambientes abiertos y eligen las gramíneas como su fuente de alimentación y hábitat.