Son muchos los animales que viven o utilizan la reserva. La mayoría son artrópodos, es decir, insectos, arañas, milpiés y crustáceos, de los cuales se han identificado hasta el momento más de 600 especies. Estos son quizás los más sencillos de ver, por su gran diversidad y abundancia y la variedad de ambientes en los que se encuentran. Su importancia es clave para los ecosistemas, siendo grandes recicladores de materia orgánica y cumpliendo un rol fundamental como polinizadores.
Luego, entre los grupos de mayor tamaño encontramos reptiles, como la Tortuga pintada (Trachemys dorbigni), la Tortuga de laguna (Phrynops hilarii) y la Tortuga cuello de serpiente (Hydromedusa tectifera), que utilizan los cuerpos de agua y se asolean sobre las costas, o el Lagarto overo (Salvator merianae), que asoma de sus huecos con las altas temperaturas y no es difícil de hallar sobre los caminos en primavera y verano. Un mamífero que es muy abundante, el Cuis (Cavia aperea), es posible de observar durante gran parte del día, pero sobre todo en las primeras horas de la mañana y las últimas de la tarde.
Entre los peces contamos 10 especies, y entre los anfibios 8, con una de ellas de especial interés, el Escuercito (Odontophrynus americanus), que encuentra en la reserva uno de los últimos lugares para vivir en la ciudad. Por último, uno de los grupos más populares, el de las aves, cuenta en el área con más de 180 especies registradas. Algunas, como el Pato zambullidor chico (Oxyura vittata), las 3 especies de Gallareta (Fulica) o la paloma Yerutí (Leptotila verreauxi) están presentes todo el año, siendo difíciles de observar en otros espacios similares con tal constancia. Otras, como el Tachurí canela (Polystictus pectoralis), el Gavilán planeador (Circus buffoni) o el Federal (Amblyramphus holosericeus), con muy pocos registros, son especies en estado vulnerable (VU) para la Argentina, que han encontrado en algún momento en la reserva un lugar propicio para descansar y alimentarse.