El Lago Lugano, con 20 hectáreas, ocupa la mayor parte del área protegida. Fue construido para funcionar como aliviador pluvial profundizando un meandro del Riachuelo. Cumple el rol de un humedal pampeano de moderada profundidad, con diversos nichos ecológicos. Así, en sus profundidades viven peces, plantas sumergidas y se alimentan aves zambullidoras, y en sus costas se forman juncales, totorales y playas barrosas que permiten la proliferación de muchas formas de vida. Además, tiene un enorme valor escénico que puede ser disfrutado desde los distintos miradores que lo rodean.