Cómo armar un presupuesto

Registro de ingresos y gastos.

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Un presupuesto implica tener un registro de todo el dinero que ingresa mensualmente y del que se gasta en ese mismo lapso de tiempo. Es una especie de hoja de ruta del dinero que entra y sale, además del que se ahorra.

No sólo tiene que ayudar a controlar en qué "se va el dinero", sino que debe ayudar a proyectar un gasto más sano y acorde a los ingresos.

Cómo empezamos

  1. El primer paso es llevar registro. Tomá todas las facturas y tickets de pago que realices y volcá periódicamente los importes en una planilla.
  2. Llevar registro te permitirá, además de saber en qué gastás, controlar ese gasto en el futuro. Por ejemplo, si hay varias salidas a comer afuera, cuando el ingreso no alcanza, esos serían los gastos a reducir en primera instancia.
  3. Luego volcá las deudas a pagar, que son los compromisos adquiridos, como por ejemplo pagar la tarjeta de crédito.
    Cumplir con los compromisos adquiridos es muy importante ya que, si no se pagan, podrían cobrarse intereses punitorios, además de implicar un mal comportamiento crediticio, que podría entorpecer futuros pedidos de préstamos u otro tipo de financiación.
  4. Por último, el ahorro. No olvidar que una de las líneas del presupuesto debe incluir la meta de ahorro definida.

Como comentamos antes, la clave de estas planillas, es por un lado, tener claro el registro del presupuesto de ingresos y gastos y por otro lo que va sucediendo, es decir el registro real de los gastos que se van realizando, por lo que, es importante mantener la frecuencia del registro de estos gastos reales.

Dedicarle 15 minutos diarios, permite identificar desvíos a tiempo.

Lo importante es no abandonar el registro y dedicarle cada cierto tiempo una mirada de “seguimiento” a lo que hemos registrado. Eso ayudará a definir si nos alcanzan los ingresos; si necesitamos controlar los gastos o si podemos ajustar el porcentaje de ahorro, entre otras cosas.