El concepto de construcción sustentable refiere a las diferentes estrategias destinadas a minimizar el impacto ambiental de las obras de construcción en todas las fases del ciclo de vida de un edificio. Esto incluye las etapas de planificación, diseño, construcción, renovación, utilización y eliminación ó reconstrucción.
No se trata de un nuevo estilo arquitectónico, sino de aplicar una serie de criterios, como la correcta orientación de los ambientes, la elección de los materiales, el tamaño de las aberturas y su protección del sol. Estos criterios se relacionan con el consumo de energía, el uso de fuentes de energía renovables y de materiales y productos de construcción más amigables con el ambiente. También se vinculan con aspectos como la gestión de residuos y de agua, así como con otros factores involucrados en los impactos ambientales de la construcción
Durante su fase de uso, el consumo de energía de un edificio representa el aspecto ambiental más relevante. Según estudios europeos, esto representa aproximadamente el 40% del total del consumo energético. Este consumo se divide en: calefacción (52-57%, dependiendo del sector), calentamiento de agua (25%) y electrodomésticos (11-16%, dependiendo del sector). El consumo de energía está fuertemente relacionado a la problemática del cambio climático, donde algunas investigaciones indican que un incremento de la eficiencia energética en las construcciones puede reducir las emisiones de los edificios en un 42%.
Otro aspecto referido al impacto ambiental de las edificaciones tiene que ver con el reconocimiento de materiales contaminantes usados en el pasado pero presentes en el stock construido existente. Esta situación implica que muchas edificaciones deberían recibir tratamientos especiales acorde a procedimientos de seguridad para el medio ambiente y la salud de las personas.
Entre los objetivos generales establecidos en el programa se pueden destacar:
Para alcanzar los objetivos establecidos en el programa se desarrollan acciones como: