Esta política se sitúa como un eje transversal en todas las áreas educativas, enfocada en asegurar una escuela más inclusiva. La política educativa debe influir e impulsar la cultura y las prácticas inclusivas, estableciendo la igualdad en el derecho a la educación de todas las personas, definiendo las formas de enseñanza, apoyos y liderazgo que constituyen la base de una educación de calidad para todos/as.
Con el objetivo de garantizar una educación de calidad para todos/as los/as estudiantes, que asegure la pertenencia, la participación y el logro del máximo potencial de cada uno de ellos/as, se propone:
- Profundizar las instancias de formación continua de equipos directivos, docentes y de apoyo para trabajar sobre valores inclusivos en la cultura escolar que hagan que todos/as los/as estudiantes se sientan parte.
- Organizar la práctica para garantizar la pertenencia y los aprendizajes, como también favorecer la equidad de oportunidades para todos/as los/as estudiantes y procurar la mejor articulación de todos los actores del sistema educativo.
- Revisar y adecuar las políticas para garantizar la inclusión entendiendo que la normativa, la organización de los apoyos y la gestión de la institución en su conjunto aumentan la capacidad de una escuela de responder a la diversidad.