El Cementerio del Norte (luego llamado de La Recoleta) pierde su condición de camposanto en 1863, cuando se aprueba un decreto de laicización de los cementerios, adaptando los enterratorios al proceso de secularización paulatina que se da en el siglo XIX. El motivo que desencadena rápidamente dicho decreto es la oposición de Monseñor Aneiros a la inhumación del Dr. Blas Agüero, reconocido públicamente como masón. Este hecho, y la transformación paulatina del cementerio en lugar privilegiado de entierro de la alta clase dirigente, hizo de él un espacio de recreación de la simbología masónica, que repetía en sus monumentos y bóvedas lo que sucedía a nivel arquitectónico en la ciudad.
La Comisión para la Preservación del Patrimonio Historico de la Ciudad de Buenos Aires, está registrando la arquitectura con simbología masónica, presente en numerosos edificios de la ciudad, como también en esculturas y monumentos emplazados en el espacio público. Este relevamiento comenzó hace unos años en el mismo lugar donde trabajamos (el antiguo edificio del diario La Prensa, comprado por el Banco Ciudad)* y continuó con otros edificios -debo señalar que hasta el relieve del pórtico de La Catedral es una alegoría de ese origen y fué inaugurada por el presidente Sarmiento -.** Con respecto a los monumentos, también debe destacarse que nuestro tercer monumento, luego de los destinados al General San Martín (1862) y al General Belgrano (1873), fue el de José Manzini (1878), emplazado en la hoy Plaza Roma, y que, ni bien se produjo la muerte de José Garibaldi en 1882, se comenzó con la suscripción para su monumento, encabezada por La Prensa.***
La cantidad de bóvedas con simbología egipcia en el Cementerio de La Recoleta es muy importante, pero debemos tener en cuenta que existió una "moda egipcia" a partir del descubrimiento de la piedra Rosetta por Napoleón, que luego del hallazgo de la tumba de Tutankamón, "lo egipcio", fue furor. Por esta razón, tenemos mucho cuidado al catalogar una bóveda como masónica. No solo deben existir determinados símbolos, sino que también debe haber un mensaje coherente vinculado a esa cosmovisión que enhebre la totalidad de los símbolos que se encuentran en el mismo monumento. También se investiga a los dueños de la bóveda, especialmente quién la hizo construir y, cuando hay datos, el escultor o constructor que intervino.
Este relevamiento y decodificación simbólica de monumentos funerarios está siendo complementado con una investigación en torno a las creencias y prácticas masónicas relativas a la muerte. Para ello se están realizando entrevistas a miembros de las distintas asociaciones masónicas y a la observación, registro y análisis de ceremonias fúnebres, cuando esto es posible. Tenemos en cuenta que entre la construcción del monumento y la explicación simbólica por parte de un miembro de una logia, han pasado probablemente 100 años, pero reviste de interés su comprensión actual, como así también tratar de indagar sobre esos mensajes cifrados, para ser entendidos "por gente como uno" en el contexto de la formación del Estado Nación, momento en el cual, por debilidad de los partidos políticos y escaso o nulo desarrollo de prácticas democráticas, "la política" se desarrollaba en clubes (Club del Progreso, Jockey Club, etc.) o en logias que convocaban al "patriciado". En ese marco, los códigos compartidos por la elite del poder son también una señal de pertenencia y adscripción a determinada clase social.
Este relevamiento y decodificación simbólica de monumentos funerarios está siendo complementado con una investigación en torno a las creencias y prácticas masónicas relativas a la muerte. Para ello se están realizando entrevistas a miembros de las distintas asociaciones masónicas y a la observación, registro y análisis de ceremonias fúnebres, cuando esto es posible. Tenemos en cuenta que entre la construcción del monumento y la explicación simbólica por parte de un miembro de una logia, han pasado probablemente 100 años, pero reviste de interés su comprensión actual, como así también tratar de indagar sobre esos mensajes cifrados, para ser entendidos "por gente como uno" en el contexto de la formación del Estado Nación, momento en el cual, por debilidad de los partidos políticos y escaso o nulo desarrollo de prácticas democráticas, "la política" se desarrollaba en clubes (Club del Progreso, Jockey Club, etc.) o en logias que convocaban al "patriciado". En ese marco, los códigos compartidos por la elite del poder son también una señal de pertenencia y adscripción a determinada clase social.
Lic. Leticia Maronese
Secretaria General
C.P.P.H.C
* Otros edificios paradigmáticos son la Sociedad Italiana Unione e Benevolenza o la Sociedad Luz de La Boca. Obviamente, también los templos que aún subsisten (La Gran Logia de la calle Tte. Gral. Perón 1872 o "Hijos del trabajo" en la calle San Antonio en Barracas) o las casas que fueron construídas para templos y ahora tienen otro destino, como la Casa del Partido Socialista en la calle Alvarado donde funcionó la Logia Tito Vezio.
** El relieve del pórtico de La Catedral muestran a Joseph, virrey del Farón de Egipto, abrazado a su padre Jacob cuando llega a esas tierras acompañado de su familia.
*** Garibaldi era una figura mítica en Buenos Aires. En la Plaza Roma (que primero se llamó Mazzini) tenía lugar la celebración de la entrada de los legionarios en Roma, producida el 20 de septiembre de 1870. Las logias encabezaban los homenajes. Garibaldi fue el primer Gran Maestre del Rito de Menphis-Misraim que abreva en los rituales egipcios.