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En Educación Inicial
La intensa movilización de los habitantes del barrio General Manuel Belgrano -también conocido como Ciudad Oculta- se cristalizó en 1995 con la construcción de un Jardín Maternal, cuyo objetivo fue que las madres tuvieran dónde dejar a sus hijos durante sus horas de trabajo.
Los mismos habitantes del barrio se hicieron cargo de la construcción del edificio: intervinieron albañiles, plomeros, vidrieristas. "Nos juntamos los vecinos de la manzana 28 de la villa y empezamos a buscar un lugar que estuviera libre para construir un jardín y hacer un bien a los niños", cuenta María del Carmen Bolorinho, una de las cinco madres "fundadoras" del Jardín Maternal. El Centro Popular de Mataderos fue un pilar fundamental de la obra: consiguió ayuda económica de diferentes empresas y particulares. También llegó a acuerdos con la Secretaría de Educación de la Ciudad de Buenos Aires para terminar el edificio. "Es una forma de demostrar que los vecinos de Ciudad Oculta no somos tan malos como creen", advierte uno de los participantes.
Hasta mediados de 2002, el jardín funcionó con cinco madres que se ocupaban de cuidar a los niños y darles el desayuno, el almuerzo y una merienda reforzada. El 10 de mayo de ese año, Estela Chianetta y Susana Socolovsky fueron nombradas directora y secretaria de la institución, y a mediados de julio se sumaron al equipo otras diez docentes. Hoy el jardín cuenta con doce maestras y casi cien chicos todos los días.
"El impulso de las madres fue funda-
mental para la concreción del proyecto -recuerda hoy Socolovsky-, paulatina-
mente, ellas fueron incorporadas al proyecto institucional del Jardín". Actualmente, esas madres perciben planes Jefas de Hogar Desocupadas y como contraprestación se desempeñan como ayudantes de sala.
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Historia de un Jardín
Los mismos habitantes del barrio se hicieron cargo de la construcción del edificio: intervinieron albañiles, plomeros, vidrieristas. "Nos juntamos los vecinos de la manzana 28 de la villa y empezamos a buscar un lugar que estuviera libre para construir un jardín y hacer un bien a los niños", cuenta María del Carmen Bolorinho, una de las cinco madres "fundadoras" del Jardín Maternal. El Centro Popular de Mataderos fue un pilar fundamental de la obra: consiguió ayuda económica de diferentes empresas y particulares. También llegó a acuerdos con la Secretaría de Educación de la Ciudad de Buenos Aires para terminar el edificio. "Es una forma de demostrar que los vecinos de Ciudad Oculta no somos tan malos como creen", advierte uno de los participantes.
Hasta mediados de 2002, el jardín funcionó con cinco madres que se ocupaban de cuidar a los niños y darles el desayuno, el almuerzo y una merienda reforzada. El 10 de mayo de ese año, Estela Chianetta y Susana Socolovsky fueron nombradas directora y secretaria de la institución, y a mediados de julio se sumaron al equipo otras diez docentes. Hoy el jardín cuenta con doce maestras y casi cien chicos todos los días.
mental para la concreción del proyecto -recuerda hoy Socolovsky-, paulatina-
mente, ellas fueron incorporadas al proyecto institucional del Jardín". Actualmente, esas madres perciben planes Jefas de Hogar Desocupadas y como contraprestación se desempeñan como ayudantes de sala.
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