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Aprender para enseñar
En el Jardín Maternal N° 5 de Ciudad Oculta, el entusiasmo por poner en contacto a los chicos con los libros desde la más temprana edad dio lugar a la capacitación denominada "La biblioteca del Jardín Maternal: función pedagógica, social y ética", que se lleva adelante desde principios de 2003.
Con la intención de fortalecer el funcionamiento de una biblioteca para bebés y organizar otra destinada a sus familias, a comienzos de 2003 el cuerpo directivo del Jardín Maternal N° 5 del D.E. 20 pidió al CePA una capacitación sobre canto, cuentos y narraciones para niños. La profesora Lidia Blanco comenzó a realizar en agosto de este año la propuesta "La biblioteca del Jardín Maternal: función pedagógica, social y ética", convocando a docentes y madres cuidadoras -que actualmente colaboran como ayudantes de sala. El grupo luego fue dividido con el objetivo de especializar la capacitación, en función de las diferentes necesidades que podían surgir en maestras y madres. A partir de la experiencia, las docentes realizaron actividades para estimular el vínculo de los bebés con los libros y los ubicaron en exhibidores para que estuvieran a disposición de todos.
Historia de un Jardín
La intensa movilización de los habitantes del barrio General Manuel Belgrano -también conocido como Ciudad Oculta- se cristalizó en 1995 con la construcción de un Jardín Maternal, cuyo objetivo fue que las madres tuvieran dónde dejar a sus hijos durante sus horas de trabajo. [+ info]Pronto, el interés y la movilización de la comunidad desbordó la propuesta inicial de organizar una biblioteca para bebés: al tiempo que las madres comenzaron a confeccionar libros de tela para los niños, propusieron a la conducción del Jardín la creación de una biblioteca comunitaria para adultos. Para la directora Estela Chianetta, "el entusiasmo de las madres se vio fortalecido por la valoración de la lectura que promovió la capacitación".
La propuesta fue creciendo. El Jardín Maternal recibió donaciones de libros y el Centro Popular de Mataderos entregó maderas y ménsulas para armar los estantes, que hoy albergan aproximadamente trescientos volúmenes. El 9 de julio de 2003 fue inaugurada la biblioteca comunitaria que lleva el nombre del barrio, "pero sin la palabra General, sólo Biblioteca Barrio Manuel Belgrano", aclara uno de sus lectores. "Ese pedido implicó el desafío de exceder los límites formales de la capacitación en las escuelas", afirma la capacitadora Lidia Blanco.
Poco después, el 14 de agosto, se realizó un taller de lectura abierto a la comunidad, con las escritoras Claudia Sánchez y Sandra Comino. Al término del encuentro, los vecinos se llevaron un libro prestado. Algunos de ellos visitaban una biblioteca por primera vez.
Los pedidos de la comunidad no terminaron en la biblioteca. Hoy, las madres cuidadoras piden ser alfabetizadas. Una iniciativa fundamental, "pero aún hacen falta manos y tiempo", resume la directora.
cepa@buenosaires.edu.ar