Actividades de producción alrededor de temas trabajados en profundidad.
Un recorrido por la historia de los útiles de escritura y las letras para los niños que comienzan a usar lapicera de tinta.
Escribimos con el dedo en la arena, con pizarritas y con pluma de ave en el aula lancasteriana del 1800. Aprendemos a usar la pluma metálica y a escribir con excelente caligrafía en el aula normal del 1900. Descubrimos los “objetos maravillosos “encontrados en el placard de la maestra de 1940, plumas de muchos tamaños, el “borra tinta”, el tintero involcable.
Comparamos la escritura con pluma, birome, lapicera, lápices, sobre tela y papel. Escribimos lento y rápido. Investigamos si la forma de las letras cambia como la moda.
Las maestras, los papás y las mamás entregan las lapiceras a los chicos que por primera vez escriben con tinta en sus cuadernos.
Con la agudeza y el entusiasmo de los historiadores observamos objetos familiares de niños inmigrantes italianos de 1910.
A partir de los objetos encontrados en un baúl aprendemos acerca de sus costumbres y vida escolar en tiempos del Centenario. Su equipaje eran los objetos atesorados del lugar de nacimiento, las canciones de su patria, el libro “Corazón” y los retratos de su familia allá lejos. Sus hijos iban a la escuela argentina. ¿Sería fácil adaptarse? ¿Y si no entendían el idioma? Reflexionamos sobre nuestros bisabuelos.
Descubrimos a la vaca como “actriz principal” en lecciones, mapas y poemas escolares a inicios del S.XX.
Leemos parados y en voz alta lecturas sobre este noble animal. "La vaca nos da la leche". Aprendemos sobre este mamífero con láminas y modelos. ¿Cuántos estómagos tienen los rumiantes? La dibujamos con ayuda del “Simulcop”. Calcando un mapa de la República Argentina de 1948 ubicamos la vaca en las regiones productivas del país. Escribimos la “Composición – tema…”, con buena letra, pluma y tintero. Le dedicamos poemas y canciones en la sala de música.” Volar por los aires y moverse con mucho donaire: déjenla sola, solita y sola que la quiero ver bailar”.
Inspirados por este personaje creamos “nuestra vaca” con muuuuchas palabras y colores.