Museo de las escuelas

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Museos Pedagógicos y Museos Escolares

Museos pedagógicos

Los museos pedagógicos europeos -creados en pleno auge de la modernidad- se propusieron no sólo cumplir con una función recopiladora, sino principalmente didáctica. Eran centros que albergaban una biblioteca de obras de educación junto a colecciones de material de enseñanza y mobiliario, objetos utilizados para la enseñanza y que daban cuenta de la arqueología pedagógica de la educación. Mostraban los métodos y materiales utilizados para enseñar, también material escolar y trabajos de los alumnos. Se instalaban en dependencias oficiales y surgieron bajo distintas denominaciones: museo de educación, museo pedagógico, museo escolar, exposición escolar permanente.

En Argentina, en 1883, el Consejo Nacional de Educación resolvió la creación de un Museo Escolar Nacional, sin embargo, recién en 1889 se destinó un local para instalarlo. El museo contaba con objetos, libros de didáctica y mapas, instrumentos de madera para la enseñanza de la geometría. A partir de las exposiciones del Centenario (1910), por iniciativa del Doctor Ramos Mejía, se organizó el Museo Escolar Sarmiento que funcionó hasta la década de 1940 en la Escuela Normal N° 9 “Domingo Faustino Sarmiento”.

En 1929 la maestra y directora Rosario Vera Peñaloza creó y dirigió en el Instituto Félix Fernando Bernasconi, los Museos "Geográfico: Dr. Juan B. Terán" y de "Ciencias Naturales: Dr. Ángel Gallardo" específicamente dirigidos a los alumnos de las escuelas primarias. Los museos debían ser escuelas vivas para el enriquecimiento de la cultura argentina, recursos didácticos que llevaban la naturaleza y la sociedad a la escuela: animales embalsamados, reproducciones mediante grabados y esculturas de las distintas zonas geográficas del país, escenas de la vida ciudadana y rural, etc.

Las definiciones oficiales impulsadas por el Comité Internacional de Museos desde 1946 marcaron las posteriores modificaciones de las políticas museísticas que intentaron cambiar la imagen del museo decimonónico. A partir de entonces un museo se define como “...toda institución permanente que conserva y presenta colecciones de objetos de carácter cultural o científico con fines de estudio, educación y deleite”.

Así, de la idea de un patrimonio como valor artístico, arqueológico, etnográfico e histórico, se pasó a la valoración del objeto como documento, expresión y reflejo de una sociedad y de una cultura en un contexto socio-histórico determinado. Pero paradójicamente, cuando los demás museos proponían modernizarse para alcanzar una relación más activa con su público, los museos pedagógicos estaban en decadencia, anquilosados o simplemente paralizados ante cualquier propuesta de cambio.

Los museos escolares en la actualidad

Los museos de educación, pedagógicos o de escuelas europeos o americanos, tal como están concebidos en la actualidad, son relativamente jóvenes. Muchos han sido establecidos durante los últimos veinte o treinta años, fenómeno que sigue vigente .Estos museos, que documentan e interpretan la escuela en el pasado, se diferencian fundamentalmente de los surgidos en el siglo XIX según su localización, las modalidades de organización, el público al que están dirigidos y el período histórico que abarcan.

Podemos diferenciar distintos tipos de museos escolares según estén ubicados en, universidades, edificios escolares originales, escuelas desactivadas, secciones especiales en museos históricos del siglo XIX y XX o en museos de la niñez.En cuanto a las modalidades de organización de las exhibiciones, hay muestras interactivas en las cuales es posible utilizar algunos objetos para recrear las prácticas escolares de antaño y hay exhibiciones en las que todos los objetos están resguardados de la manipulación del público.

Hay exhibiciones organizadas alrededor de núcleos conceptuales o temporales; en la mayor parte de los casos se recurre a las ambientaciones de aulas y salones de clase con materiales de decoración simulando la atmósfera del período. Por su parte, los museos que se encuentran emplazados dentro de las universidades están enfocados más hacia el archivo y la investigación con una pequeña muestra en exhibición.

Desde el punto de vista del público que los visita, existe una gran polarización; en un extremo están aquellos enfocados en el público escolar con experiencias de prácticas escolares; en una zona intermedia están los que se dirigen a un público en general y turistas y, finalmente, en el otro extremo están los enfocados solamente a preservar documentación y proveerla a investigadores.

La cobertura del período histórico que abarcan está un tanto limitada, por lo general son miradas sincrónicas que recortan un período determinado, el período al que se recurre mayoritariamente es el decimonónico anterior a los sistemas nacionales de educación o en la etapa donde comienzan los mismos.

El peligro de la mayoría de los actuales museos de la escuela y educación que recrean, muestran o interpretan a la escuela desde una visión sincrónica, como si fuera una fotografía instantánea de un momento puntual en el pasado es la de creer o hacer creer que esa imagen transcurrió sin rupturas y de manera natural.

Las motivaciones que se desprenden de los proyectos de museos de escuelas actuales son principalmente la necesidad de documentar e interpretar a la escuela en el pasado, en un momento en donde la escuela de los sistemas educativos nacionales tiende a desaparecer.

Esta postura nostálgica, en algunos casos de algo que ya no es, se relaciona con la decadencia de un modelo de escuela nacido en el siglo XIX y del cual sus huellas comenzaron a borrarse a partir de la década de 1960. Por un lado se guarda y rescata la memoria de lo que puede llegar a borrarse y por otro lado se propone una visión más o menos crítica del pasado.

Textos y documentos

Diferencia entre los museos pedagógicos, los museos escolares, y los museos de historia de la educación. (Por M.C. Linares)


Contacto institucional: museodelasescuelas@bue.edu.ar