Línea A
Corre bajo la Avenida Rivadavia desde el microcentro (estación Plaza de Mayo) hasta Flores (estación San Pedrito). Combina con la Línea C en la estación Lima y con las Líneas D y E en la Estación Perú. En la Estación Plaza Miserere conecta con la Línea H (estación Once) y con el Ferrocarril Sarmiento.
Se inauguró el 1º de diciembre de 1913, con un recorrido que unía Plaza de Mayo con la Plaza 11 de Septiembre (actualmente Plaza Miserere). Tras 26 meses de construcción, la Línea A se convirtió en la primera de Latinoamérica. La obra se completó con distinguidos detalles, desde un inteligente sistema de ventilación natural, pasando por un sistema de identificación visual de estaciones, hasta sus escaleras compuestas por escalones de un solo bloque granítico.
El 1º de abril de 1914 fue extendida hasta Av. Rivadavia y Av. La Plata (estación Río de Janeiro) y luego, el 1º de julio de ese mismo año, se completó el recorrido con 14 estaciones hasta la estación Caballito, hoy Plaza Primera Junta.
En diciembre de 2008 se inauguraron dos estaciones más: Puan y Carabobo, ubicadas en el barrio de Caballito y Flores respectivamente. El proyecto de construcción demandó la instalación de vías, la construcción de un centro de potencia, el cableado y la catenaria, la instalación de escaleras mecánicas y ascensores y el sistema de señales. Este tramo agregó a la Línea A unos 1.250 metros.
En 2013 se inauguraron las estaciones San José de Flores y San Pedrito. Este tramo, que continúa su traza sobre la avenida Rivadavia, permite que más de 23.000 vecinos tengan una boca de acceso al subte a menos de 4 cuadras de sus casas y otras 40.000 personas mejoren la accesibilidad a sus lugares de trabajo, estudio y otros sitios a los cuales viajan cotidianamente. Así la Línea A completó un total de 9,7 km.
El eje principal del recorrido es la Av. Rivadavia y atraviesa áreas de alta densidad de población, centros comerciales y macro y microcentro de la Ciudad de Buenos Aires.