De la curiosidad a la inversión: jóvenes aprenden a manejar su dinero en el primer laboratorio público de finanzas del país

¿Sabías que no hace falta más que el dinero de un café para dar tu primer paso en el mundo de las inversiones? En tiempos en donde sobran las promesas imposibles de cumplir y las estafas financieras circulan a la velocidad de un mensaje, aprender a analizar, comparar y decidir con criterio propio es clave.

El Centro de Simulación de la Ciudad, que depende de la Agencia de Habilidades para el Futuro del Ministerio de Educación de la Ciudad, ofrece el curso «Formación en Mercado de Capitales. Nivel 1: Fundamentos Financieros», una propuesta dirigida principalmente a estudiantes del último año del secundario pero también es una iniciativa abierta al público en general.

«Queremos que jóvenes y adultos se acerquen al mercado de capitales de una forma práctica, real y accesible. Nuestro propósito es que descubran cómo funciona el mundo de las inversiones, aprendan a tomar decisiones informadas y ganen autonomía en el manejo de su dinero», explica la coordinadora del Laboratorio de Finanzas del Centro de Simulación, Flavia Sarmiento.

Más de 1.500 estudiantes ya pasaron por esta experiencia inmersiva, donde se utilizan simuladores reales y plataformas profesionales para aprender sin arriesgar dinero. «Si no sabemos en qué estamos invirtiendo, no estamos invirtiendo, estamos apostando», repite Flavia en cada cursada, subrayando la importancia de reconocer señales de alerta y evitar promesas falsas de rentabilidad.

El curso combina teoría y práctica para que los alumnos puedan diferenciar instrumentos financieros, medir riesgos y diseñar estrategias propias. «Vivir el mercado en el aula significa experimentar con las mismas herramientas que usan los inversores profesionales: cotizaciones en vivo, construcción de carteras y análisis de escenarios reales. Así pueden equivocarse, corregirse y aprender en un entorno seguro, evitando errores costosos en la vida real», agrega Flavia.

Uno de los casos que más recuerda es el de un estudiante que, después de conocer por primera vez el plazo fijo, descubrió la diversidad de inversiones disponibles y se animó a abrir una cuenta gratuita. «Lo que más le sorprendió fue que no necesitaba grandes sumas, sino objetivos claros y la voluntad de avanzar paso a paso», relata Flavia.

La competencia más valiosa que se llevan los alumnos es el pensamiento crítico financiero: la capacidad de analizar, comparar y decidir con criterio propio. «No se trata solo de conocer instrumentos, sino de formar ciudadanos responsables, preparados para administrar su dinero con visión de futuro», concluye.

Para participar de los talleres disponibles es necesaria una inscripción previa en la web del Centro de Simulación.