Ritual, culto y devoción popular a Antonio Cruz Gil, conocido como el Gauchito Gil. Se trata de una celebración organizada generalmente por sus seguidores, muchos de ellos inmigrantes que han llegado a la ciudad de Buenos Aires desde la provincia de Corrientes donde el Gauchito nació. Antonio Gil se transformó en “gaucho alzado” primero y en desertor del ejército de los azules después. Para sus seguidores el Gauchito robaba animales para ayudar a los pobres, sin embargo, fue denunciado, perseguido por la justicia y degollado finalmente un 8 de enero antes de ser juzgado. Algunos dicen que la sangre derramada al momento de su asesinato es el motivo por el cual la vestimenta, las cintas, flores, que se utilizan y/o se ofrendan, son de color rojo. La leyenda relata que quien lo mató, al regresar a su hogar, encontró a su hijo enfermo, y por ello pidió disculpas al Gauchito y colocó una cruz en el lugar donde había sido muerto. Fue así como su hijo se curó. Asimismo, se dice que el dueño de la estancia donde cayó muerto y donde comenzó el culto, quiso trasladarlo al cementerio, debido a lo cual fue cayendo en desgracia, hasta que se retrotrajo de su decisión.
Una de las particularidades del culto es que se ha expandido a lo largo y ancho del país, llegando incluso hasta la ciudad de Buenos Aires, donde se lo venera en el Parque Los Andes, la Villa 21 de Barracas, en bailantas, entre otros lugares. Hasta sus altarcitos todos los 8 de enero llegan cientos de personas con velas y cintas rojas a modo de ofrenda.