Telerman resaltó la importancia de esta obra como símbolo de paz y de memoria viva "para evitar que se repitan nuevas atrocidades". "A través de la recuperción de este espacio embellecemos la ciudad, creando vida para rendir homenaje a los mártires del genocidio armenio".
El cantero central con forma de cruz Jachkar, que constituye el máximo símbolo armenio, se encuentra sobreelevado unos 40 cms. y, además de facilitar el drenaje de las aguas, podrá divisarse desde el aire. Por las noches se reconocerá gracias a la instalación de iluminación especial. Al mismo se accederá por diversos puntos de la plaza, a través de caminos secundarios que toman la forma de la cruz. Los planos del cantero serán de granza, césped y herbáceas, mientras que el muro que lo contiene estará revestido por marmetas de murete de pórfido. A los costados, habrá áreas de descanso con bancos. Todos estos elementos respetan la materialidad característica del Parque Tres de Febrero.