Puesta en valor
Honrar la historia.
La reciente puesta en valor de la Casa de la Cultura fue pensada como un trabajo integral de recuperación, tanto desde lo arquitectónico como desde lo patrimonial. Con gran respeto por su historia, el proceso se llevó adelante siguiendo las buenas prácticas en conservación y restauración: lejos de buscar una actualización moderna, se procuró restituir su aspecto original, incluyendo los rastros que el paso del tiempo dejó en sus materiales y estructuras.
Entre las principales intervenciones realizadas, se destacan:
- Recuperación de las salas de exposición en los subsuelos que permitirán el desarrollo de una programación artística diversa, con muestras temporarias y actividades culturales.
- Restauración del pasaje de carruajes sobre Av. de Mayo utilizado originalmente como ingreso para los directivos del diario en sus coches tirados por caballos.
- Puesta en valor del patio central y del muro de placas conmemorativas, incluyendo la puesta en valor del histórico reloj que acompaña la entrada.
- Prueba piloto de restauración de fachada sobre Av. de Mayo, que permitió estudiar técnicas y materiales originales para avanzar en una recuperación progresiva de todo el frente del edificio.
- Restauración integral del lucernario central, uno de los elementos más distintivos del edificio. Proceso que implicó un exhaustivo trabajo de investigación y restauración para recomponer su estructura de acero laminado, respetando su diseño original y reemplazando únicamente los elementos deteriorados.
- Recuperación de la paleta cromática original, mediante un cuidadoso estudio de capas de pintura acumuladas con el tiempo, que permitió volver a los colores auténticos del edificio.
- Puesta en funcionamiento del sistema de sirena, que en el pasado anunciaba noticias urgentes y puede oírse a varios kilómetros de distancia.
- Reapertura del bar en planta baja, un espacio para disfrutar de un café, leer un libro de la biblioteca o contemplar la arquitectura desde los sillones del patio central.
Además, se llevaron a cabo obras técnicas necesarias para la seguridad y buen funcionamiento del edificio: instalación eléctrica y sanitaria, impermeabilización de subsuelos, instalación contra incendios y reparación de veredas.
Esta puesta en valor permite no solo conservar un edificio emblemático de la Ciudad, sino también abrirlo nuevamente a la comunidad, como un espacio vivo de encuentro con la cultura y la memoria colectiva.