Guía práctica

El cuidado del patrimonio edificado es importante tanto para monumentos y edificios públicos como para las viviendas. Es fundamental que los vecinos adquieran conocimientos y herramientas para preservar sus propias construcciones, con la supervisión de un profesional especializado.

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El cuidado del patrimonio edificado incluye tanto a los monumentos y grandes edificios públicos como a las viviendas que habitamos, por lo que cada una de las intervenciones que realizamos en ellas, tiene impacto en el paisaje de los barrios y calles que conforman la ciudad. En este sentido, acercamos una serie de lineamientos con el fin de otorgar a los vecinos herramientas y conocimientos para la preservación de sus propias construcciones.

Su lectura debe ser a título informativo, dirigida al público en general, especialmente a aquellos vecinos relacionados a edificios con valores patrimoniales presentes en la ciudad, planteando una primera aproximación a las acciones relacionadas con la conservación preventiva y correctiva, teniendo siempre en cuenta que muchas de esas tareas deberán estar supervisadas y dirigidas por un técnico profesional especialista en la materia.

 

 

Patologías de acabados en fachadas

Las fachadas forman parte envolvente del edificio. Es muy importante su correcta restauración para preservar la imagen original del edificio.

 

Los revoques son revestimientos realizados por lo general artesanalmente cuya finalidad es la de proteger el muro de los factores ambientales.

Su textura y color varían según los materiales que intervienen en su composición, estas características deben ser preservadas en su mantenimiento ya que de ello depende realizar una correcta intervención.

¿Los revoques de su fachada están deteriorados?

Problema: Vegetación invasiva
Presencia de musgos, líquenes y plantas en general, cuyas raíces crecen en el interior de los revoques y muros.
Su desarrollo se debe a rugosidad y porosidad de la superficie, humedad abundante falta de ventilación, de asoleamiento y acumulación de tierra.

Solución:
En primer lugar es imprescindible detectar la causa de la humedad y eliminarla. La reparación consistirá en la limpieza y la eliminación del organismo.
Esto se realiza con lavandina. Eventualmente se puede efectuar un tratamiento químico con productos biocidas, para prevenir la aparición de nuevos mohos. Luego extraer las plantas con elementos cortantes y por último recomponer los revoques faltantes y sellar las grietas.

Problema: Fisuras y grietas
Separación del material, a partir del cual, se produce la pérdida de continuidad de la superficie.
La causa pueden relacionarse con errores en la ejecución de los revoques, o pueden ser asentamientos de la mampostería, presiones de perfiles corroídos por filtraciones, diferencias de temperatura, etc.

Solución:
El material flojo lindante a la fisura o grieta deberá retirarse, cuidando de no arrastrar material firme. Luego limpiar la zona con soplete de aire o brocha y lavar el interior con agua limpia. Posteriormente rellenar la grieta con mortero. Es aconsejable, la utilización de algún promotor de adherencia, a fin de lograr una mayor cohesión de los revoques nuevos con los existentes. En algunos casos, pueden utilizarse consolidantes, que deberán aplicarse antes de remover las superficies flojas.

Problema: Erosiones y desprendimientos
La erosión en los revoques por los agentes atmosféricos puede producir su total desprendimiento.
La consecuencia de esta lesión es triple, el deterioro estético del edificio, la desprotección del muro y del interior y el riesgo que conllevan estos desprendimientos.

Solución:
Si el revoque se ha perdido por completo, y el muro quedó descarnado, habrá que limpiar todo el material suelto y rellenar las juntas vacías con mezcla. Luego podrá reponerse el mortero, realizando un azotado hidrófugo, revoque grueso y fino.
Si el revoque se encuentra muy disgregado o pulverizado, se lo deberá reemplazar por uno nuevo. En todos los casos, habrá que realizar un estudio de laboratorio, para conocer las proporciones y los componentes del revoque original. Una vez sustituido el revoque se lo debe proteger de los agentes climáticos, incorporando una capa hidrorepelente. Esto puede lograrse a través de la pintura o con el revestimiento que se decida colocar.

Revestimiento de origen local realizado artesalmente para proteger el muro, siendo además un recurso estético, que da una particular fisonomía a nuestra ciudad.

Su textura y color varían según los materiales inertes -arenas y minerales-, utilizados en su composición. No es recomendable la aplicación de pinturas ni otros revestimientos que lo cubran.

¿Detecta usted estos problemas?

Suciedad:
La suciedad consiste en el depósito sobre la superficie del revoque de contaminación atmosférica, guano de palomas, etc., que alteran su textura y color.

Solución:
El único mantenimiento posible es la limpieza mediante un método adecuado, por ejemplo la aplicación de un hidrofugante que repele la suciedad al inhibir la penetración del agua, pero que no alterará las características del revoque. En general estos productos tienen una vida útil aproximada de 10 años.
Se deberá impedir la permanencia de palomas dado que el guano contiene ácidos que atacan la superficie del revoque.

Vegetación invasiva: Se manifiesta mediante la presencia de verdín, musgos, líquenes y gramíneas denotando la presencia de humedad permanente, falta de ventilación y asolamiento, porosidad de las superficies, acumulación de tierra. Tanto las raíces como los ácidos orgánicos que generan, disgregan la composición de los revoques.

Solución:
Será imprescindible detectar la causa de la humedad y eliminarla antes de realizar cualquier acción. Se deberán eliminar los organismos y realizar una limpieza profunda con lavandina, eventualmente se realizará un tratamiento químico con productos biocidas previendo la aparición de nuevos mohos, luego se podrán recomponer los revoques, teniendo en cuenta la composición original de los mismos.

Recubrimiento mediante pinturas aplicadas
El tapado del material original con pinturas se produce por un incorrecto criterio de intervención sobre el revoque símil piedra.

Solución:
Se debe tratar por todos los medios de eliminar las capas de pintura. La elección del método de limpieza más adecuado dependerá del tipo de adherencia de la pintura sobre el revoque.

Fisuras y grietas
Son separaciones del material, a partir de las cuales se produce la pérdida de continuidad del revoque.

Solución:
Cuando existieran fisuras o grietas, habrá que intervenir con el objeto de restablecer la continuidad y cohesión de los muros.
En las grietas se aconseja determinar, previamente a cualquier trabajo de reparación, su origen y gravedad, a fin de tomar las previsiones necesarias. Se retira el material flojo, se limpia la grieta y luego se lavar el interior con agua limpia. Por último se coloca un relleno de mortero.
Para las microfisuras, la aplicación de un hidrofugante utilizado como protección, es suficiente para garantizar el sellado.

Erosiones y desprendimientos
La erosión es un efecto destructor que se produce en los revoques por la acción de diversos agentes atmosféricos, pudiendo provocar su total desprendimiento.

Solución:
Una vez ejecutada la limpieza de la superficie, se realizará un mortero similar al original, se sugiere la utilización de aditivos, para una mejor adherencia del revoque nuevo.
Cuando exista desprendimiento total del revoque con ladrillo expuesto, se procederá a realizar un azotado con material hidrófugo y el revoque grueso y fino correspondientes similares en tipo y textura a los originales.

Los revestimientos pétreos -mármoles y granitos- son materiales nobles y resistentes a la intemperie.

Los revestimientos pétreos –mármoles y granitos- son materiales nobles y resistentes a la intemperie. Se incorporan a las fachadas como recurso estético otorgando una textura y color particular a los edificios. En términos generales, se hará referencia a aquellas placas que se encuentran en los basamentos, y no a las placas fijadas a través de elementos metálicos.

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Suciedad superficial
Es provocada por el contacto permanente con atmósferas urbanas agresivas, por su alto nivel de contaminación.

Solución:
Para llevar a cabo la limpieza de placas pétreas, es recomendable efectuar un hidrolavado. Esta tarea deberá realizarse una vez selladas las juntas entre placas (si estuvieran abiertas), a fin de evitar el ingreso de agua por detrás de las mismas, lo que traería aparejado futuros desprendimientos. También deberá tomarse la precaución de sellar las altas porosidades entre placas, si existieran.

Pinturas sobre la superficie y graffitis
Solución:
Tanto en el caso de los graffitis como en la existencia de pintura sobre este tipo de revestimiento, deberán realizarse tareas de limpieza para retirar estos productos agregados.
La limpieza puede realizarse por medios mecánicos y/o químicos, siempre que los mismos no agredan el material de base. No diluir la pintura, sino removerla, cuidando que el mismo no entre en contacto con la piedra. Una vez limpias las superficies, se sugiere protegerlas con ceras microcristalinas estabilizadas para intemperie o mediante la aplicación de un antigrafiti de marca reconocida. De no lograrse una limpieza absoluta se puede realizar un pulido de las placas. Nunca utilizar moladora. Sectores faltantes y parches con otros materiales
Los sectores más deteriorados suelen ser las esquinas y aristas.

Solución:
Si existieran reparaciones con otros materiales, deberán retirarse a fin de reemplazarlas con materiales del mismo tipo y color que los originales.
Para los sectores de borde colocar un suplemento de mármol del mismo tipo y color, tratando de no evidenciar el empalme. Para el sellado utilizar resinas que resulten estables a la intemperie (resistencia a los rayos UV). El color podrá ajustarse con pigmentos, que no contengan óxidos.
Cuando los mármoles presenten porosidad elevada, realizar un patinado que lo selle. Luego, para devolver el aspecto original, pulir las piezas, para la cual se sugiere consultar a un marmolero de oficio.

Desprendimientos de placas
Los desprendimientos de placas, se originan a partir del ingreso de agua, ya sea por las uniones entre placas, por la filtración a través de balcones, etc.

Solución:
Para verificar el correcto anclaje de las placas de revestimiento al muro realizar una prueba de percusión. En caso de que se verifiquen huecos retirar las placas para consolidar el sustrato y recolocar las piezas originales.
Para las uniones abiertas entre placas se procederá al sellado con productos específicos que existen en el mercado, a fin de evitar el ingreso de agua.

Estos elementos decorativos expresan una tendencia cultural en el campo arquitectónico, y nos permiten relacionar la obra con determinada época de nuestra historia.

Los elementos ornamentales, no tienen funciones estructurales, sin embargo su existencia hace a la composición estilística de las fachadas definiendo el carácter de nuestros edificios.

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En todos los casos de deteriores citados, la causa de los procesos patológicos es fundamentalmente la presencia de humedad. La corrosión de estos elementos metálicos, produce esfuerzos en el material de recubrimiento (revoques), generando en primera instancia microfisuras, luego el desplazamiento del material y finalmente su desprendimiento.

Elementos ornamentales faltantes
Deberá elegirse una de las piezas existentes que será tomada como modelo para la elaboración de los moldes correspondientes, a partir de la cual se ejecutarán las piezas de reposición.

Secciones de elementos ornamentales faltantes
Si faltan secciones estas partes serán construidas a nuevo siguiendo las mismas indicaciones que para los elementos faltantes completos.
La fijación de estas partes a la pieza original, se deberá realizar con un adhesivo epoxi. Si por el peso de la pieza fuera necesario utilizar insertos metálicos, siempre se procurará utilizar elementos de bronce o hierro protegido con pintura epoxi.

Hierros a la vista
Primero deberá evaluar si la sección del hierro es suficiente para el anclaje. A partir de allí se podrá decidir si se estabiliza el hierro existente o se repone.
La limpieza se hace eliminando con cuidado las escamas de óxido empleando espatulines. Finalmente se elege el material de reposición que se utilizará para el tratamiento de las partes faltantes.
Cuando el elemento premodelado, se ha desprendido de la mampostería, se sugiere sellarlo con igual mortero de terminación que el original, a fin de impedir el paso del agua en el interior.

Grietas y fisuras
Los balaustres u otros elementos ornamentales que presenten fisuras o gritas, serán reemplazados o restaurados, según su grado de deterioro.
Si se evidencian grietas anchas, estabilizar el hierro antes de sellar, para ello retirar el premodelado y estabilizar la armadura.
Si la fisura no desplazó el material de recubrimiento, sellar la abertura con un mortero de terminación similar al original.
Cuando se encuentren microfisuras superficiales, aplicar un hidrorepelente.
 

La pintura es un acabado continuo cuya función es la de proteger y embellecer las diferentes partes integrantes de una construcción.

En general los desajustes más comunes que pueden aparecer son de tres tipos:

  • Las debidas al propio acabado, por las características del material o por su aplicación.
  • Las que son reflejo del soporte sobre el que están aplicados.
  • Las que son consecuencia de acciones químicas o físicas sobre el acabado.

Es recomendable realizar un mantenimiento preventivo permanente que asegure la conservación de la pintura, los revoques y los muros en buen estado y cuando la pintura se deteriora debemos reparar este daño, lo antes posible.

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Ampollamientos
Los ampollamientos y las eflorescencias, indican la presencia de humedad en el muro. Cuando la pintura se ampolla o engloba, estamos ante un material fuerte, que se resiste a la presión ejercida por la humedad interior, sin quebrarse. La causa de esta lesión es la incompatibilidad entre mortero y pintura, por diferencias en su resistencia: pintura de película dura, sobre fondos blandos.

Eflorescencias
Es un fenómeno que se produce a nivel superficial y consiste en la recristalización de sales, originando manchas, generalmente blancuzcas.

Solución:
En todos los casos, deberemos investigar el origen de la humedad. Reparar el origen de la causa, ya sea renovado de cañerías rotas, estancado la cubierta, etc. En cambio, si no hubiera ningún problema puntual y los morteros de nuestras paredes son de cal, se sugiere pintar la cal, para garantizar la respiración del muro. En estos casos, la aplicación de pinturas demasiado resistentes (látex, sintéticas, etc.) siempre se ampollarán.

Cuarteos, descaramientos
El cuartero es el resquebrajamiento de la capa de pintura, el descascaramiento es su desprendimiento parcial.
En general se producen por haber aplicado pintura sobre superficies mal preparadas o por pinturas caducas, que han perdido con el paso del tiempo su capacidad de adherencia.

Solución:
Se debe proceder a la eliminación de todas las capas de pinturas flojas o descascaradas, ya sea por métodos manuales o mecánicos, fijando luego las superficies antes de pintar.

Fisuras y microfisuras
Las microfisuras o fisuras, son aberturas superficiales (su ancho es menor al milímetro), que afectan solamente a la superficie del elemento. Su aparición es falta de respuesta del material (pintura) frente a las exigencias de resistencia y elasticidad, sea por envejecimiento, mala adherencia a la superficie del revoque, pintura aplicada sobre superficies sucias, falta de fijador, o pintura sobre revoque símil piedra o algún otro revestimiento no apto para ser pintado (granito, mármol, etc.).

Solución:
Antes de recomponer la capa de pintura será necesario, retirar la película de pintura deteriorada.
Lavar los muros con jabón (nunca detergente) cepillo suave y agua eliminando grasa y suciedad, para garantizar la adherencia a la superficie de soporte.
Aplicar una o dos manos de fijador y una vez cumplidos estos pasos, se puede llevar a cabo el pintado de las superficies.

Patologías en cerramientos y cubiertas

Los elementos metálicos de las fachadas se encuentran a la intemperie expuestos a la oxidación y corrosión, por lo que es necesario tomar ciertas acciones preventivas para evitarlo.

Las piezas metálicos de hierro o chapa, pueden aparecer en las fachadas como estructura, cerramientos o elementos complementarios o como ornamentos. Éstos se encuentran a la intemperie expuestos a la oxidación y corrosión y por lo tanto expuestos a los agentes climáticos que dan origen al proceso de oxidación y corrosión si no se encuentran debidamente protegidos.

Los elementos metálicos de hierro o chapa se encuentran a la intemperie, y por lo tanto expuestos a los agentes climáticos que dan origen a proceso de oxidación y corrosión si no se encuentran debidamente protegidos.

Pueden aparecer en las fachadas como estructura (marquesinas, pérgolas, etc.), como cerramientos o elementos complementarios (carpinterías de hierro o chapa, balaustrada de balcones, rejas, celosías, etc.), tanto como desagües pluviales y sus elementos de sujeción, o como ornamentos (farolas, piezas, gráficas, etc.).
En todos los casos, esta oxidación, se debe a procesos patológicos químicos de los metales en los que tiene importancia por un lado, el medio ambiente que rodea al elemento (acuoso o seco) y, por el otro, su constitución física. Estos procesos, se dan bajo ciertas condiciones que explicaremos en la cartilla y que deberán prevenirse a fin de evitarlos.

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Alteración superficial de la pieza metálica
La pieza metálica presenta un aspecto poroso y rugoso, de color rojizo, habiendo perdido la capa protectora de pintura y/o antióxido. También puede presentar parte de la superficie de pintura englobada y/o desprendida.

Algunas posiciones de elementos metálicos, favorecen la aparición de este proceso como:

  • Plataformas horizontales que no tiene la pendiente suficiente facilitando la acumulación de agua, polvo y hollín.
  • Encuentro de elementos metálicos de diferente potencial electroquímico, el proceso de corrosión se activa al entrar la pieza en contacto con la humedad, provocando la reacción química de uno de los metales que disuelve al otro.

Solución:
Se debe proceder a una limpieza lo más profunda posible a fin de retirar los restos de pintura y óxido. Ésto puede hacerse por procedimientos mecánicos (cepillado) o decapado químicos (aplicación superficial por brocha o aerosol, de algún producto químico que descompone el óxido metálico y lo convierte en una capa porosa fácil de eliminar por cepillado).

Una vez limpio el metal, debe aplicarse lo antes posible, una protección, para asegurar la ausencia de una nueva oxidación superficial, además de comprobar la no existencia de polvo ni grasas.

Por último se debe aplicar una pintura, que es la que debe reponerse con periodicidad (mantenimiento) y que además colabora también a la protección de la limpieza. La pintura tiene que ser del tipo elástica (esmaltes y lacas) y resistente a la intemperie.

Pérdida de sección del material metálico
Cuando la corrosión está muy avanzada se produce una pérdida de sección del material metálico.

Solución:
Cuando la corrosión esté tan avanzada que haya hecho peligrar la integridad del elemento en cuestión o haga irrecuperable su aspecto, no hay otra solución que la sustitución de dicho elemento por otro nuevo que cumpla con las mismas funciones. En este caso, hay que cuidar su unión con el resto de la pieza metálica, por lo que se sugiere la sustitución de tramos enteros del conjunto. Finalmente, realizadas las reparaciones pertinentes, aplicar entre 2 y 3 manos de esmalte sintético.

Las carpinterías de madera, al igual que todos los materiales de construcción, sufren ataques de agentes externos debido a las acciones climáticas, ambientales y de orden biológico a causa a su condición orgánica.

Al suministrar protección a la madera se persigue como objetivo prolongar su vida útil lo más posible, sin embargo ninguna acción de precaución da a la madera inmunidad absoluta.

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Madera reseca
Según el grado de deterioro de la pieza podrá evidenciarse desprendimiento de la capa de pintura, decoloración de la madera en su capa superficial, agrietamiento y deformaciones notables.
Cuando la capa de pintura o barniz deja de tener la eficacia suficiente la madera queda desprotegida y, la acción del sol y otros agentes atmosféricos inician el proceso de resecamiento del material, llegando al punto de inutilizarla.

Solución:
Las reparaciones de las piezas dañadas dependerán del grado de deterioro que tengan.
Si la madera manifiesta los primeros efectos del resecamiento (pérdidas de películas protectoras, decoloración de la capa superficial) es recuperable a través de una buena limpieza para luego restablecer las protecciones adecuadas contra la intemperie mediante la aplicación de pinturas y/o barnices.

  • Eliminar los restos de pintura envejecida con métodos mecánicos o químicos Luego realizar un lijado fino para completar la limpieza general y posteriormente, aplicar una imprimación para madera para luego proceder al pintado.

  • Las pinturas y barnices aumentan la dureza superficial de la madera protegiéndola contra rozaduras, abrasiones y acciones climáticas.

  • En el momento de pintar o barnizar la madera el contenido de humedad debe ser bajo, si el contenido es alto (mayor al 20%) hay que dejarla secar. De lo contrario se producirán ampollas y desconchados, llegando incluso a agrietar la madera.

  • Cuando el resecamiento alcanza altos niveles de agrietamientos será necesaria la sustitución de algunas piezas parcial o totalmente.

Madera en estado de putrefacción
Con la putrefacción la madera se reblandece, presenta gran número de grietas, oquedades y pérdidas de material, disminuyendo así su resistencia. Las causas de la pudrición son: físicas (agua, humedad) y bióticas.

Solución:
Las reparaciones de las piezas dañadas dependerán del grado de deterioro que tengan.
Cuando la madera ha sido atacada y el ataque es débil, se recurrirá a un tratamiento curativo por medios químicos que consiste en someter a la pieza a un tratamiento con funguicidas o insecticidas, según sean hongos o insectos. El procedimiento será de inmersión o de inyección. Cuando el ataque es grave se recurrirá a la sustitución parcial o total de la pieza, según los casos, quemándose rápidamente la parte retirada. Hay que eliminar las causas que favorecen el desarrollo de los organismos atacantes para que la reparación sea completa. Para ello será necesario eliminar la fuente de humedad.

El deterioro de los balcones ya sea por sobrepesos o por deficiencia en la aislación hidrófuga provoca daños progresivos que de no subsanarse provocarán el colapso de su estructura.

Los balcones son elementos de fachada cuya estructura de sostén funciona en voladizo. Siendo su capacidad de carga limitada, no es adecuado incorporarle sobrepesos excesivos que puedan dañar su capacidad portante. Es indispensable efectuar un periódico mantenimiento para asegurar su estanqueidad, verificando el buen estado de la impermeabilización.

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Perfiles a la vista
El desprendimiento de los revoques en los cielorrasos de los balcones, o en cornisas, ménsulas, etc. se produce generalmente por la infiltración de agua desde el piso del balcón.

Solución:
Es necesario restablecer las condiciones de estanqueidad del balcón.
Revisar la instalación de los desagües pluviales para verificar la correcta evacuación de las aguas.
Revisar la unión del solado con los paramentos de la fachada y con los umbrales de las carpinterías cuidando de sellarlas debidamente. Si el estado general del piso es bueno y solo presenta problemas de juntas con falta de material, se procederá a repastinar dicho solado.
Si los pisos no se encuentren debidamente asentados, presenten agrietamientos o piezas rotas, se deberá levantarlos.
Si el contrapiso también estuviera en malas condicionesdeberá realizarse uno nuevo con la pendiente adecuada para garantizar un correcto escurrimiento. Luego se colocará una membrana impermeable, y se realizará la recolocación del solado.
Si los barrotes de baranda de hierro y en la unión con el piso, se encontrara exfoliado con levantamiento del material que rodea al apoyo de la baranda, limpiar el empotramiento y luego recolocar el material previendo una junta de dilatación bordeando el mismo.

Manchas de humedad, eflorescencias y erosiones
Manchas con oscurecimientos y verdín en los bordes del balcón y en las partes bajas del antepecho que tienden a un desarrollo ascendente, también hay manchas por escurrimiento y en algunas zonas comienza a desprenderse el revoque.

Solución:
Impermeabilizar la base de los balcones colocando una membrana no alumínica de 3 o 4 mm de espesor, debidamente soldada y solapada en todo su perímetro a fin de evitar las filtraciones entre piso y muro, posteriormente se realizará la recolocación del solado.
Verificar el buen estado del desagüe pluvial, y si fuera insuficiente la sección del mismo, se deberá reemplazarlo por otro de diámetro adecuado.
De no existir goterones, se recomienda realizarlos teniendo en cuenta las características de estilo del edificio.

Rajaduras en base de balcón
Una de las principales causas de colapso en balcones es la sobrecarga tanto de personas como de elementos que se colocan cercanos a los bordes.
Otra causa de fallas estructurales es la corrosión de las armaduras internas, que se oxidan por la presencia de humedad que penetra hasta el interior de la losa por una mala impermeabilización.
Si esto no se subsana podrá provocarse el colapso de la estructura precipitándose el balcón.

Solución:
Se recomienda la ejecución de agujeros de inspección en los pisos de los balcones para verificar el estado de los perfiles de soporte de la bovedilla. Los orificios se realizarán en dos puntos, en el borde y en el centro del balcón.

Las cubiertas tienen un doble rol, cerrar a las construcciones por la parte superior confiriéndole protección contra los factores climáticos y contribuir a definir el carácter de los edificios.

Desde sus orígenes la cubierta ha estado ligada a la cultura y a las características del clima.

Está compuesta por una serie de elementos que cumplen roles precisos: por un lado, la estructura y por otro la cubierta propiamente dicha.
Hay distintos tipos de cubiertas según el tipo de pendiente, básicamente las inclinadas y las planas.
Veremos los deterioros más comunes que afectan a las cubiertas inclinadas sea cual fuere su recubrimiento: pizarras, chapas y tejas cerámicas.

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Tejas y chapas o pizarras corridas y/o rotas
La causa más común de estos deterioros está originada en la obsolescencia de los materiales: de sujeción (clavos), o de recubrimiento (chapas, tejas o pizarras). También una colocación deficiente, la circulación frecuente sobre los techos, y la acción de vientos fuertes o granizos pueden ocasionar roturas y/o corrimientos.

Solución:

  • La primera inspección visual, tendrá como objetivo descubrir la causa de la filtración.
  • El criterio general de intervención será recolocar los elementos como estaban originalmente las pendientes y las formas originales.
  • La solución tenderá siempre a estancar todo los componentes de la cubierta a fin de garantizar el correcto recorrido y evacuación de las aguas.
  • Si hubiera elementos que por el grado de deterioro no tienen posibilidades de recuperarse, deberán reemplazarse por otros de igual tipo, forma y color.
  • En el caso de las cubiertas de chapa reparadas con membrana hidrófuga, la misma deberá quitarse y reemplazar las chapas que estuvieran en mal estado.
  • Para las sujeciones utilizar clavos de cobre y no de hierro.
  • Es recomendable dejar previstas zonas de tránsito para inspección y reparación.

Obstrucción de canaletas y bajantes
En las cubiertas inclinadas las canaletas generalmente están expuestas, recibiendo tierra, hojas, etc.

Solución:
La solución consiste en una cuidadosa limpieza tanto de canaletas de desarrollo horizontal como de bajantes verticales. Luego, las tareas de mantenimiento recomendadas, obligarían a una limpieza periódica cada 6 meses. Incluso, se sugiere retirar la vegetación cercana a la cubierta para evitar que las hojas obstruyan las canaletas y bajantes.

Vegetación invasiva
La presencia de tierra y humedad, sumada a la alta porosidad de algunos tipos de cubiertas originan el crecimiento de musgos, líquenes y gramíneas, cuyas raíces crecen la cubierta produciendo movimientos que acabarán aflojando las tejas.

Solución:
La reparación consistirá en la eliminación de los vegetales y su limpieza. Antes de esto habrá que inspeccionar si una entrada de agua está generando este foco de humedad.

Deterioro de limatesas, limahoyas y babetas
El deterioro de las piezas de terminación provoca la entrada de agua al interior de la cubierta.

Solución:

  • Las piezas originales deberán ser reemplazadas. No deben cubrirse estas uniones con sectores de membrana. Controlar el estado de la aislación hidrófuga interior, verificando que el solape sea generoso.

  • En el caso que la pieza corroída sea recuperable, se aconseja hacer una limpieza profunda con cepillo de alambre, una aplicación de fosfatizante, para retirar los restos de óxido y una mano de pintura epoxídica especial para este tipo de superficies.

Las cubiertas tienen un doble rol, cerrar a las construcciones por la parte superior confiriéndole protección contra los factores climáticos y contribuir a definir el carácter de los edificios.

Desde sus orígenes la cubierta ha estado ligada a la cultura y a las características del clima.

Hay distintos tipos de cubiertas según el tipo de pendiente, básicamente las inclinadas y las planas.

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  • Agrietamiento en las juntas de dilatación.
  • Rajaduras en las baldosas.
  • Grietas o rajaduras en el muro de carga y/o en las uniones con planos verticales como chimeneas, canos, etc.
  • Micro fisuras en el solado, difíciles de localizar.

Solución:

  • Para dar una solución a los movimientos de contracción y dilatación que se producen a causa de las diferencias de temperatura, habrá que garantiza la existencia de juntas de dilatación no solo en el solado de baldosas, sino en todo el espesor de la cubierta.

  • Si existieran grandes fisuras en el solado, habrá que levantar las baldosas e incorporar las juntas suficientes para luego colocar un nuevo solado.

  • En los casos de rajaduras en las uniones con planos verticales como muros de carga, chimeneas, caños, etc., habrá que conferir una nueva aislación con la colocación de una membrana continua y la ejecución de nuevas babetas.

  • Cuando hubiera filtraciones y no se detectaran fisuras importantes impermeabilizar el plano de la cubierta a fin de sellar las pequeñas fisuras que hubiera en el solado.

  • Para las cubiertas intrasitables, terminada con membrana asfáltica, es aconsejable renovar la impermeabilización cada dos años.

Obstrucción o insuficiencia de canaletas y bajantes
Puede producirse por:
Escasa pendiente.
Obstrucción de rejillas y desagües pluviales.

Solución:
Escasa pendiente.
Si se detecta permanencia de agua por la existencia de baches o a causa de poca pendiente, habrá que nivelar la superficie, creando una base plana y lisa. Para esto tal vez sea necesario realizar una nueva carpeta de nivelación. Sin embargo será indispensable realizar sondeos para conocer el espesor de la cubierta existente, ya que de adicionar demasiado peso, podrán tenerse serias consecuencias en la estructura.

Obstrucción de rejillas y desagües pluviales.
Además de realizar una limpieza de bajadas de desagües pluviales, se sugiere la colocación de un cesto protector sobre las rejillas. Si a causa de la humedad, proliferara vegetación invasiva, habrá detectar el origen del estancamiento de agua y revertir esta situación. Una vez resuelto esto, habrá que:

  • Limpiar con detergentes apropiados o lavandina.

  • Tratamiento químico de la superficie afectada con productos biocida a fin de evitar futuro desarrollo de organismos.

  • Extracción de plantas con elementos cortantes, sin arrancarlas para evitar arrastrar el material de las cubiertas.

Patologías en componentes de interiores de edificios

Los elementos interiores son parte importante del carácter espacial y estético de un edificio. Las escaleras, los cielorrasos y los pisos deben ser mantenidos y cuidados al igual que la fachada.

Proponemos aquí algunas pautas y recomendaciones básicas para detectar algunos problemas y sugerencias de reparaciones de los siguientes problemas de los interiores de su vivienda:

Cuando la capa de pintura o el recubrimiento superficial se ha deteriorado, el revoque y el muro, quedan expuestos se observan manchas y cambios de textura y color.

En muros y tabiques se alojan las instalaciones eléctricas, servicios sanitarios, calefacción, etc.
Cuando la capa de pintura o el recubrimiento superficial se ha deteriorado, el revoque y el muro, quedan expuestos se observan manchas y cambios de textura y color.
Si por falta de adecuada ventilación humedades del ambiente son absorbidas por el muro, se genera la proliferación de hongos. Es recomendable realizar un mantenimiento permanente.

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Patologías Superficiales
Son patologías superficiales el cuarteo, el descascaramiento, las eflorescencias, en algunos casos puntuales englobamientos, etc.

Desprendimiento de anclajes o sustrato
Son separaciones del material, a partir de las cuales se produce la pérdida de continuidad del revoque (fisuras y grietas).

Faltantes en molduras y ornamentos
Cuando falten molduras o elementos ornamentales completos, deberá elegirse una de las piezas existentes que será tomada como modelo para la elaboración de los moldes correspondientes.
Si faltan secciones de elementos ornamentales, estas partes serán construidas a nuevo siguiendo las mismas indicaciones que para los elementos faltantes completos.
La fijación de estas partes a la pieza original, se deberá realizar con adhesivo compatibles con el material de la pieza. Si se evidencia grietas anchas, que indican desplazamientos importantes de material, será necesario estabilizar el hierro antes de sellar.

Intervenciones inconvenientes
La aparición de microfisuras puede producirse por envejecimiento, mala adherencia a la superficie del revoque, pintura aplicada sobre superficies sucias, falta de fijador, o pintura sobre símil piedra o algún otro revestimiento no apto para ser pintado (granito, mármol, etc.)
Cuando la pintura se ampolla o engloba, estamos ante un material fuerte, que se resiste a la presión ejercida desde el interior, sin quebrarse. La causa de esta lesión es la incompatibilidad entre mortero y pintura, por aplicación de pintura de película resistente, sobre fondos débiles.
La incorporación de instalaciones precarias embutidas de maneras inconvenientes o ancladas y visibles desde el exterior afectan los paramentos.

Soluciones:
Las instalaciones deben cumplir con requisitos de funcionamiento y seguridad establecidos en las normas vigentes, por lo tanto deben ser atendidos por personal especializado.

  • Cuando se trate de nuevos cableados, estos deberán realizarse en lo posible dentro de conductos existentes, de forma de minimizar la agresión de muros.
  • La forma de sujeción, anclaje o embutido de nuevas cañerías debe realizarse cuidando no agredir los componentes originales.
  • Si fuera necesario cubrir canaletas o desprendimientos de mortero, este se realizará con idénticos componentes a los del revoque original para evitar fisuras o grietas por diferente comportamiento. Se deberá hidratar el muro previo al azotado y utilizar aditivos como puente de adherencia.
  • Si existiera humedad en el muro habrá que intervenir, ya sea reparando cañerías rotas, estancando la cubierta, o recomponiendo la aislación horizontal para impedir el ascenso de humedad de los cimientos.
  • Si los morteros de las paredes son de cal, se sugiere pintar a la cal, para garantizar la respiración del muro.

En estos casos, la aplicación de pinturas demasiado resistentes (látex, sintéticas, etc.) será inconveniente.

  • Eliminar todas las capas de pinturas flojas o descascaradas, ya sea por métodos manuales o mecánicos, fijando luego las superficies antes de pintar.

  • Lavar los muros con jabón (nunca detergente), cepillo suave y agua para garantizar la adherencia a la superficie de soporte.

  • Se aplicarán una o dos manos de fijador y, una vez cumplidos estos pasos se puede llevar a cabo el pintado de las superficies.

  • Para recuperar las superficies de la madera, será necesario eliminar los restos de pintura envejecida, con métodos mecánicos o químicos. Luego realizar un lijado fino para luego aplicar una imprimación para madera, por último pintar.

Los pisos, conocidos también como "solados", se ven afectados por el desgaste debido al tránsito al que son sometidos. Además, como el resto de los materiales de construcción, sufren ataques de diversa intensidad.

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Faltantes superficiales

  • La abrasión es un efecto destructor que se produce en los pisos por el intenso tránsito al que se los somete, su acción progresiva puede producir la total degradación. La consecuencia de esta lesión es triple, el deterioro estético del edificio, la desprotección del sustrato (no apto en general para soportar tal desgaste) y el riesgo que significan estos desprendimientos.

Solución:

  • La intervención tendrá por objeto restablecer la continuidad y cohesión de las piezas mediante la reparación y sellado de grietas y fisuras.
  • Previo a cualquier tarea de reparación será imprescindible determinar el origen y gravedad de las grietas.
  • Por último será necesario recomponer el material faltante y sellar las grietas.

Piezas agrietadas o fisuradas

  • La causa de las fisuras y cuarteos es, generalmente, debida a errores en la composición y/o proporción de materiales o por fallos en la aplicación de los mismos. Así es como a partir de diferencias de temperatura se producen contracciones y dilataciones que generan esfuerzos en la masa del material, llegando a provocar el quiebre del mismo.

Solución:

  • Retirar el material flojo lindante a la fisura o grieta, luego limpiar la zona con soplete de aire o brocha. Es aconsejable lograr una perfecta cohesión del material nuevo con los existentes.
  • Si el solado se ha desprendido por completo, y el sustrato o contrapiso quedó descarnado: limpiar todo el material suelto y reemplazar por uno nuevo. Si se recupera alguna pieza, habrá que realizar un estudio de laboratorio, para conocer las proporciones y los componentes del original, siendo la composición del nuevo similar a la del anterior, para asegurar una larga vida del material. Luego reponer la pieza faltante.

Desprendimiento de sustrato

  • La causa principal tanto de los desprendimientos, como de las oquedades y de la porosidad, se da por acción de agentes mecánicos (golpes accidentales).
  • La aparición de grietas importantes, pueden ser por asentamientos de la mampostería, presiones de perfiles corroídos por filtraciones, exceso de carga o hundimiento de contrapiso, etc.

Solución:

  • Para los sectores de borde desgastados o con roturas se colocará un suplemento de pieza del mismo tipo y color, tratando de no evidenciar el empalme. Para el sellado, podrán utilizarse resinas que resulten estables (resistencia a los rayos UV). Se recomiendan productos a base de resina epoxi (dos componentes).
  • Para las oquedades del centro de las piezas se colocará un mortero con marmolina y resina. El color podrá ajustarse con pigmentos, que no contengan óxidos.

Malas intervenciones anteriores

  • Si sus revestimientos contienen piezas que desvirtúan la imagen original del edificio, como así también si fueran objeto de reparaciones con materiales de composición distinta al original, nos encontramos con intervenciones incorrectas que será necesario neutralizar.

Solución:

  • Si se trata de pisos de mármoles o graníticos y estos presentan porosidad elevada, deberá realizarse una aplicación de pastina que la selle. Luego, para devolver el aspecto original, deberán pulirse las piezas.

Los componentes estructurales, el enlucido y sus ornamentos deben conservar su estabilidad, textura y color mediante un correcto mantenimiento.

Los cielorrasos se ejecutan de dos formas: aplicados (generalmente bajo losas de hormigón armado) y suspendidos (sujetos a estructuras de madera y tablillas, o de chapa con malla de metal desplegado). Luego se recubren con yeso en dos capas, la primera jaharro y luego el enlucido. Finalmente se aplican los elementos ornamentales preconformados. El ingreso de humedad a través de deficiencias en la cubierta afecta tanto a componentes estructurales como al yeso de recubrimiento que expande y cambia de color.

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Fisuras o faltantes de material
Alteración del material, a partir del cual se produce la pérdida de continuidad de la superficie.
Las fisuras y cuarteos, se deben a la composición o proporción de materiales o por fallos en la aplicación de los mismos así como contracciones y dilataciones que generan esfuerzos en la masa del material, llegando a provocar el quiebre del mismo.
En casos de grietas importantes, las causas pueden ser asentamientos de la mampostería perimetral, presiones de perfiles corroídos por filtraciones, etc.

Solución:
La intervención tendrá por objeto restablecer la continuidad y cohesión del enlucido mediante la reparación y sellado de fisuras.
El material flojo lindante a la fisura o grieta deberá retirarse, cuidando de no arrastrar material firme, luego se limpiará la zona con soplete de aire o brocha. Para finalmente rellenar la grieta con mortero. Es aconsejable, la utilización de algún promotor de adherencia. En algunos casos, pueden utilizarse consolidantes.

Ampollamientos y eflorescencias
Los ampollamientos y las eflorescencias, indican la presencia de humedad en el sustrato. Cuando la pintura se ampolla, el recubrimiento se resiste a la presión ejercida por la humedad interior, sin quebrarse. La causa de esta lesión es la incompatibilidad entre material de cielorraso y pintura: pintura de película resistente, sobre fondos blandos.
Las eflorescencias se produce a nivel superficial y consisten en la recristalización de sales, originando manchas, generalmente blancuzcas.
Al igual que cuando se producen ampollamientos, el agua puede provenir de filtraciones, cañerías rotas, etc.

Solución:
Si el material se encuentra muy disgregado o pulverizado, se lo deberá reemplazar por uno nuevo. Una vez sustituido se lo debe proteger, a través de la pintura compatible.
En todos los casos, deberemos investigar y solucionar el origen de la humedad estancando la cubierta. En cambio, si no hubiera problema de filtraciones, se sugiere aplicar pinturas para garantizar la respiración del cielorraso. Y verificar funcionamiento de rejillas de ventilación de entretechos.

Desprendimiento del sustrato
El material de yeso por su estructura porosa capilar absorbe el agua de lluvia y la dirige hacia el interior del elemento, oxidando el hierro o hinchando la madera que funciona como anclaje de la pieza.
La consecuente inestabilidad, produce esfuerzos en el material de recubrimiento generando en primera instancia microfisuras, luego el desplazamiento del material y finalmente su desprendimiento.

Solución:
Cuando las piezas de madera alcanzan altos niveles de agrietamiento será necesaria la sustitución de algunas piezas parcial o totalmente.
Cuando la madera ha sido atacada y el ataque es débil, se recurrirá a un tratamiento curativo por medios químicos que consiste en someter a la pieza a un tratamiento con funguicidas o insecticidas, según sean hongos o insectos. El procedimiento será de inmersión o de inyección.
Cuando la armadura se encuentre expuesta se deberá evaluar, a partir de allí se podrá decidir si se estabiliza el hierro existente o se repone.
Si faltan secciones de elementos ornamentales, estas partes serán construidas a nuevo.
La fijación de estas partes a la pieza original, se deberá realizar con un adhesivo epoxi. Si por el peso de la pieza fuera necesario utilizar insertos metálicos, siempre se procurará utilizar piezas anticorrosivas.

Tanto los componentes estructurales que garantizan su uso seguro, como las características ornamentales, textura y color deben ser preservadas a través de su correcto mantenimiento.

Las escaleras y entrepisos en muchos casos se realizan sobre estructuras metálicas de hormigón armado o de maderas duras. Luego se recubren con materiales diversos. Estos deben mantenerse en condiciones de apariencia y funcionamiento estructural durante la vida útil del edificio. El ingreso de humedad que ataca los componentes estructurales, el envejecimiento acelerado de los componentes por mantenimiento incorrecto, la pérdida de alguno de ellos, así como la incorporación de revestimientos o pinturas que desvirtúan la imagen original del conjunto, son intervenciones incorrectas que deberán evitarse para garantizar larga vida útil de los materiales.

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Faltantes de acabados
Podrá evidenciarse desprendimiento de la capa de pintura, decoloración de la madera en su capa superficial, agrietamientos y deformaciones.
Las piezas metálicas presentan aspecto poroso y rugoso, de color rojizo, habiendo perdido la capa protectora de pintura y/o anti óxido. También puede presentar parte de la superficie de pintura desprendida.

Solución:
Si la madera presenta efectos de resecamiento (pérdida de película protectora, decoloración de la capa superficial) es posible recuperarla, a través de una buena limpieza y luego restablecer las protecciones adecuadas mediante la aplicación de pinturas o barnices.
En los componentes metálicos se debe proceder a una limpieza profunda a fin de retirar restos de acabado y óxido a través de procedimientos mecánicos o químicos.
Entre los mecánicos el cepillado y los decapados químicos consisten en la aplicación superficial por brocha o aerosol, de algún elemento químico que descompone el óxido metálico y lo convierte en una capa porosa fácil de eliminar por cepillado.
Luego debe aplicarse en forma inmediata una protección, para asegurar la ausencia de nueva oxidación superficial.
A continuación se aplica la pintura que colabora en la protección de la pieza.

Desprendimiento o hundimiento de piezas
El movimiento de piezas estará indicando problemas estructurales. En entrepisos la causa más común: el sobrepeso. En escaleras desplazamiento lateral, manifestado por el corrimiento del limón. Fractura de piezas de alzada y pedada. Desprendimiento de sujetadores.
Los elementos ornamentales o de revestimiento (peldaños, alzadas, pedadas, zócalos, etc.) serán restaurados o reemplazados según su grado de deterioro.
Si se evidencian grietas anchas, que indican desplazamientos, será necesario estabilizar la estructura antes de sellarlas. Para ello lo si la estructura no es visible o accesible desde la parte inferior habrá que retirar el recubrimiento y estabilizar la armadura.

Solución:
En caso de revestimientos pétreos. Para el sellado de grietas podrán utilizarse resinas que resulten estables.
Para las oquedades mayores se podrá colocar un mortero con polvo de mármol y resina. El color se ajustará con pigmentos que no contengan óxidos. Previamente, se realizará un refuerzo con planchuela metálica.
Previamente se deberá verificar que las grietas no sean producto de falencias estructurales.

Aflojamiento de componentes
Si la estructura es de madera y ha sido frecuente el contacto con el agua o valores de humedad superiores al 20% se genera las condiciones para la pudrición por el ataque de hongos e insectos.
Los metales se utilizan como estructura de perfiles o armadura recubierta de hormigón. Cuando los metales pierden su recubrimiento y quedan en contacto con el oxígeno y la humedad, inicia el proceso de corrosión sobre el material.

Solución:
Para verificar la correcta sujeción de piezas de recubrimiento se realizará una prueba de percusión.
En caso de verificar la existencia de huecos se deberá retirar la pieza, verificar la estructura y reparar el sustrato.

Debilitamiento de anclajes metálicos
Cuando la corrosión está muy avanzada se produce una pérdida de sección del material de anclaje, perdiéndose de esta forma las propiedades del mismo.
La reducción de la sección de los elementos metálicos, es originada por un complejo proceso químico que produce una degradación superficial progresiva, desintegrando en capas sucesivas el material.

Solución:
Si la madera no ha sido afectada en profundidad se tratará con fungicidas o insecticidas según se trate de neutralizar hongos o insectos. Cuando el ataque es grave se sustituirá parcial o totalmente la pieza, cuidando de eliminar las causas que favorecieron el ataque, o efectuar los refuerzos correspondientes.
Si se trata de piezas metálicas afectadas por corrosión avanzada (con perforaciones o faltantes que hayan reducido la sección). Se debe sustituir el elemento cuidando su sólida unión con los componentes originales o efectuar los refuerzos correspondientes.

Desprendimiento: separación de una pieza o parte faltante de material.
Hundimiento: Pérdida de continuidad de la superficie.