Planta de orgánicos
La planta de orgánicos trata 30 toneladas diarias de restos orgánicos que, gracias a un proceso de degradación aeróbica, se transforman en enmienda orgánica.
La planta de orgánicos trata 30 toneladas diarias de restos orgánicos que, gracias a un proceso de degradación aeróbica, se transforman en enmienda orgánica.
La planta de orgánicos recibe solamente material que proviene de la recolección diferenciada de grandes generadores, como por ejemplo comercios gastronómicos, supermercados, hoteles, hospitales, entre otros, donde se realiza una capacitación con el fin de garantizar una correcta separación. Además recibe los residuos orgánicos que se recolectan en los puntos de recepción de la Ciudad.
Dentro de la planta, los materiales atraviesan un proceso de degradación aeróbica. Una vez que el residuo orgánico ingresa en la planta, atraviesa una etapa de separación manual, en la cual operarios calificados abren las bolsas y retiran materiales inorgánicos como restos de plásticos o papel. Luego el material orgánico se mezcla con material estructurante (chips de madera) proveniente de la planta de poda que funciona dentro del Centro de Reciclaje. Una vez obtenida la mezcla, se almacena en un biorreactor durante 20 días hasta alcanzar una maduración parcial. Luego de esos 20 días, el material ingresa a los túneles, donde se garantiza su correcta oxigenación. Como último paso, el material es enviado a otra zona donde alcanza la maduración final por medio de un proceso de lombricultura o reposo. Finalmente, el resultado es una enmienda orgánica que se fracciona para ser utilizada como abono enriquecedor de los suelos de los parques y plazas de la Ciudad.
Todo este proceso se realiza en una planta cerrada para reducir las emisiones sonoras. El aire del proceso, antes de ser emitido a la atmósfera, es tratado mediante biofiltros que por medio de un sistema de distribución y purificación ayudan a reducir las emisiones gaseosas y los malos olores.