Diciembre 2014
Año 2 / Número 22
Lo importante es no procrastinar…
Cerramos el año y la ocasión es propicia para las reflexiones de balance y cierre de ejercicio.
Tal como surge de la gráfica de la portada, 2014 ha sido un año muy fructífero para la Procuración General.
La gestión jurídica propia del Organismo arroja importantísimos resultados de cuya envergadura numérica damos cuenta en este ejemplar.
En materia edilicia, se terminaron las obras de puesta en valor del piso octavo. El personal ya ha sido mudado y comenzarán de inmediato los trabajos de refacción en el piso séptimo.
También se concretó el ingreso a la planta permanente de la Casa, de los letrados que superaron los objetivos del concurso público convocado por el Procurador General, el doctor Julio CONTE-GRAND; estos ya se encuentran asignados a las diferentes áreas de la PG CABA.
En lo tocante a las actividades académicas, los alumnos del Programa de Especialización en Abogacía Estatal Local y Federal (primera cohorte) han cursado 240 horas de las 360 que componen el plan de estudios. También han cumplimentado las materias del primer módulo (120 horas), los integrantes de la segunda cohorte 2014 que arrancó en agosto de este año.
Los cursantes de la Diplomatura en Régimen Administrativo y Presupuestario finalizarán en junio de 2015 con las exigencias propias de este posgrado.
Estos currículos apuntan a la formación sistemática y profundizada de los letrados que pertenecen al Cuerpo de Abogados del Estado Local en las materias propias de la abogacía pública.
Además del II Congreso Internacional de Abogacía Estatal, Local y Federal celebrado en junio de este año, se han desarrollado periódicamente jornadas académicas sobre temas de actualidad, tanto en la Ciudad de Buenos Aires como en localidades del interior, a los efectos de contrastar experiencias jurídicas de las distintas jurisdicciones, y proponer soluciones.
Todas estas actividades han obtenido una notable convocatoria.
Uno de los temas que han marcado la impronta de los últimos tres eventos, ha sido la transparencia. Esta, de otra parte, constituye una política pública que ha sido plasmada de modo efectivo por el Gobierno de la Ciudad, a través de la aplicación de las nuevas tecnologías a la gestión.
Al respecto, días atrás escuchamos, en ocasión de la presentación del libro “Gestión Documental Electrónica. Una transformación de raíz hacia el gobierno electrónico en la Ciudad de Buenos Aires 2009-2014”(1), las dificultades que todo emprendimiento de modernización debe afrontar.
En particular con conductas que han sido caricaturizadas como “gasallescas” en homenaje al conocido cómico que con tanta maestría las ha perfilado.
Esta administración “gasallesca” carece del necesario sentido servicial que debe ser la esencia del buen gobierno y utiliza a las competencias para, muchas veces, el mezquino beneficio, o por la mediocre y deleznable satisfacción del ejercicio del poder desvinculado de su télesis: el bien común y el servicio efectivo a los demás.
No otra cosa es la sicología que trasunta el “¡atrás!” imperado por la empleada pública del sketch al que aludimos, respecto de la fila de los sufridos administrados que la padecen.
Actitudes como la caracterizada magistralmente por Antonio Gasalla y otras de similar talante, si bien no llegan al maltrato explícito, involucran ciertamente un “destrato”, es decir un trato no conforme con la dignidad que toda persona exhibe y con la consideración que en toda circunstancia, amerita.
“Tragedia más tiempo, humor” fue otro apotegma consolador pronunciado en la aludida presentación.
En la Administración, muchos acontecimientos patéticos o grotescos, mirados en perspectiva, suscitan el sentido del humor. Y con el paso del tiempo, son referidos como anécdotas casi divertidas.
Pero lo cierto es que debemos aspirar a que la cultura del servicio efectivo a la organización y a la gente, predomine y sustituya a comportamientos que resultan anacrónicos en una Administración moderna y democrática.
Aparece así como un contrapeso de los “palos en la rueda” que pone la resistencia al que hace, el recurso de “poner el carro delante del caballo”, frase también oída en la introducción de la obra en comento.
Si bien esta expresión parece contradecir la filosofía campera, dado que el orden natural de las cosas indica que es que el caballo el que mueve al carro, en materia de gestión muchas veces, el orden “natural”, “lo lógico”, “el trabajo a reglamento” devienen antifuncionales, justamente por las malformaciones burocráticas de una administración no servicial.
De ahí que la metáfora, “poner el carro delante del caballo” (2), se erige casi en una estrategia de gerenciamiento, como estupendamente se expuso en la ocasión que relatamos.
Bienvenidos sean entonces los logros como el concretado en la Ciudad de Buenos Aires a través de la gestión documental electrónica, que generan transparencia y ponen en evidencia los incumplimientos, ineficiencias o fallas del sistema. Y bienvenida su fuerza expansiva contagiosa y motivadora de otras acciones reformadoras.
Mención aparte merece, tras muchos años de espera, la nueva ley de honorarios profesionales de abogados y procuradores de la Ciudad N° 5134 (B.O. GCABA, 27/11/2014). La norma en cita –cuyo contenido reseñamos en la Sección Normativa- se inscribe en la línea de las decisiones que apuntalan la autonomía porteña y reivindican sus competencias.
Con espíritu optimista, como se advierte, nos proyectamos sobre el 2015.
En tal sentido, convocamos una nueva cohorte para el Programa de Especialización en Abogacía Estatal, Local y Federal, que iniciará en abril del próximo año: la tercera.
También nos preparamos para el III Congreso Internacional de Abogacía Estatal, Local y Federal con novedades que, para mayor suspenso, informaremos en Carta de Noticias de febrero de 2015. Recordamos en tal sentido que el mensuario digital de la Procuración General de la Ciudad, de conformidad con el cronograma pautado, no se edita durante el mes de enero.
No podía faltar en esta editorial nuestro agradecimiento a todos los que han coadyuvado al logro de los objetivos perseguidos con la creación, como iniciativa del doctor Julio CONTE-GRAND, de la Dirección General de Información Jurídica y Extensión; con su adhesión, concreta ayuda o participación entusiasta.
Y como lo hiciéramos también el año pasado, nuestro especial reconocimiento al señor Jefe de Gabinete del Procurador General, el doctor Javier BERNASCONI: sin su paciente y sostenido apoyo no hubiéramos podido llevar a buen puerto, numerosas acciones propias de la etapa fundacional por la que todavía transita esta Dirección General.
Por último, los remitimos a la columna del titular de este Órgano de control constitucional, no sin antes desearles ¡muy felices fiestas y un inmejorable 2015…!