Las huellas de Don Quijote

Agradecemos las autorizaciones para reproducir las obras que se encuentran a continuación, brindadas por el Presidente de la Fundación León Felipe -el escritor Sr. Alejandro Campos Ramírez, , por el poema "Vencidos".
la Sra. Sabina de la Cruz García, viuda de Blas de Otero, por el poema "Letra". La editorial Corregidor por el cuento "Dulcinea del Toboso" de Marco Denevi.

León Felipe

Una España que duele.

El poema “Vencidos”, publicado en Versos y oraciones de caminante (1920-1929), tan simple y bello a la vez, al que Joan Manuel Serrat puso música, encierra quizá todo el dolor de León Felipe ante la decadencia española. Los españoles de su época se sentían derrotados, al perder sus dos últimas colonias: Cuba y Filipinas. Aunque comprendían que esos pueblos merecían su libertad, presentían también que España marchaba fatalmente hacia su ocaso. Ese sufrimiento se hace palpable en ese triste andar del caballero por “la manchega llanura”, rumbo a su aldea. Don Quijote y el poeta se sienten “vencidos”, viven la amargura de similares y diversas derrotas.

El verdadero nombre de León Felipe era Felipe Camino Galicia de la Rosa. Nació en 1884, en un hogar de muy buenos recursos económicos, y fue farmacéutico para cumplir con el imperativo familiar; pero, muy pronto dejó su profesión, atraído por la vida bohemia de actor ambulante. Tuvo una vida ajetreada, intensa y muy productiva. Viajó mucho dentro y fuera de España. Partidario de los republicanos, dejó su país en 1938, en medio de la cruenta Guerra Civil Española que finalizó con el triunfo del ejército franquista, en 1939. Ese triunfo dio comienzo a una larga dictadura que duró hasta la muerte de Franco en 1975. León Felipe se exilió en México, país en donde escribió gran parte de su obra. Lejos de su tierra, murió en este exilio mexicano en 1968.

Vencidos

Por la manchega llanura
se vuelve a ver la figura
de Don Quijote pasar.

Y ahora ociosa y abollada va en el rucio la armadura,
y va ocioso el caballero, sin peto y sin espaldar,
va cargado de amargura,
que allá encontró sepultura
su amoroso batallar.
Va cargado de amargura,
que allá «quedó su ventura»
en la playa de Barcino, frente al mar.

Por la manchega llanura
se vuelve a ver la figura
de Don Quijote pasar.
Va cargado de amargura,
va, vencido, el caballero de retorno a su lugar.

¡Cuántas veces, Don Quijote, por esa misma llanura,
en horas de desaliento así te miro pasar!
¡Y cuántas veces te grito: Hazme un sitio en tu montura
y llévame a tu lugar;
hazme un sitio en tu montura,
caballero derrotado, hazme un sitio en tu montura
que yo también voy cargado
de amargura
y no puedo batallar!

Ponme a la grupa contigo,
caballero del honor,
ponme a la grupa contigo,
y llévame a ser contigo
pastor.

Por la manchega llanura
se vuelve a ver la figura
de Don Quijote pasar...

         
Otras huellas del Quijote:
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