Desde diciembre de 2000 se implementan controles de alcoholemia cuyo objetivo consiste en organizar puestos de control en la vía pública y concientizar a los conductores acerca del peligro de conducir bajo efectos del alcohol u otras sustancias tóxicas. El objetivo de estas acciones es reducir el riesgo que implica conducir en estado de intoxicación.
Tanto el alcohol como el resto de las sustancias tóxicas disminuyen la capacidad de atención y coordinación. Una conducción adecuada requiere lucidez y capacidad de reacción, especialmente ante las situaciones imprevistas.
La ley vigente establece como límite permitido para conducir:
Dentro de esta última categoría se incluyen los conductores de transportes de pasajeros (colectivos, taxis, remises, transportes escolares) y conductores de transporte de cargas.
Los controles de Alcoholemia se organizan en la Dirección General de Seguridad Vial y cuenta con la participación de médicos del SAME y fuerzas de seguridad, Policía Federal Argentina y Prefectura Naval. Estos controles se realizan en horarios diurnos y nocturnos, programándose semanalmente 100 operativos en diferentes intersecciones de la Ciudad.
Objetivos específicos de los controles de Alcoholemia y otras sustancias tóxicas:
Es importante destacar que, desde diciembre de 2007, la tasa de positivos bajó del 2% al 0.7%. Esto significa que menos de un conductor cada 1000 maneja alcoholizado en esta Ciudad.
Controles de alcoholemia 2009
Durante los meses de enero y febrero del corriente la mayor parte de los controles se realizó sobre conductores de ómnibus de larga distancia. La proporción de casos positivos fue mucho mayor posteriormente, por incluirse más controles sobre vehículos particulares.