Duelo en adolescentes

El adolescente tiene que hacer frente a la pérdida de un ser querido al mismo tiempo que hace frente a todos los cambios, dificultades y conflictos propios de su edad.

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Aunque exteriormente parezca ya un adulto, el desarrollo del cuerpo no va siempre a la par con la madurez afectiva. Es por eso que puede necesitar mucho apoyo, comprensión y afecto para emprender el doloroso y difícil proceso de duelo.

Aunque no lo demuestre, es natural que el adolescente sienta mucha rabia, miedo, impotencia. Muchas veces pueden reaccionar con una aparente indiferencia, que no es más que su manera de defenderse de los sentimientos. Esta indiferencia no significa que no les importa por lo cual es importante no culpabilizarlos por su actitud. Este tipo de conflictos puede tener como resultado que el adolescente termine por renunciar a vivir su propio duelo.

La manera de reaccionar del adulto puede tener también una gran influencia en las reacciones del adolescente frente a la muerte. Es frecuente que los adultos no quieran hablar por miedo a "contagiarles" su dolor, pero la realidad a veces es muy simple: aunque deseen protegerlo, el adolescente están viviendo su duelo y le duele.

Por eso, es esencial que como adulto entables conversaciones cercanas y te mantengas disponible para acompañarlos en el duelo.

¿Cómo hablar con un adolescente?

Lo más recomendable es que te intereses y preguntes abiertamente con naturalidad: “¿Estás muy triste? o ¿Lo extrañás?”. Es importante que permitas y aceptes sus emociones, que puedas decirle que no hay nada malo en estar tristes y que hablen de ello.

Así también, es esencial que puedas manifestar delante de él tu propio dolor y tristeza, lo cual facilita que exprese su dolor, que se desahogue y en definitiva que se sienta acompañado.

Son varios los motivos que determinan que el duelo en el adolescente sea más difícil. Algunos adolescentes pueden mostrar un comportamiento inadecuado o preocupante que puede alarmar a su familia.

La presencia prolongada de alguno o varios de los siguientes signos pueden indicar la necesidad de pedir ayuda profesional para que valore su situación, facilite la aceptación de la muerte y asesore al adolescente y su familia en el proceso de duelo:

  • Negación del dolor y alardes de fuerza y madurez.
  • Síntomas de depresión, dificultades para dormir, impaciencia, baja autoestima.
  • Dificultades escolares o indiferencia hacia las actividades extraescolares.
  • Deterioro de las relaciones familiares o con los amigos.
  • Mencionar el suicidio como posibilidad de reencuentro con la persona fallecida.
  • Conductas de riesgo: abuso del alcohol y otras drogas, peleas, relaciones sexuales sin medidas preventivas, etc.

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