Una comida tradicional italiana
Patricia Susana Bettoschi nos enseña a preparar turdillis, una masa frita dulce exquisita que se ha convertido en un clásico de su familia para todos los fines de año.
Ingredientes
- 1 kilo de harina.
- 1/2 taza de aceite de girasol.
- 1 vaso de vino oporto (preferentemente, sino vino tinto dulce).
- 200 gramos de miel (o azúcar).
- 1,5 litros de aceite de girasol para freír (se puede reutilizar este aceite para otras frituras)
Preparación:
Ponemos a hervir un vaso de vino oporto (es lo ideal, pero puede ser tinto dulce) con medio vaso de aceite de girasol hasta que se evapore el alcohol.
Luego ponemos harina en una mesada, como cuando hacemos pizza o pasta, y se le agrega de a poco la preparación líquida (el vino y el aceite) una vez que ya se haya enfriado (o al menos esté tibia).
Amasamos, no mucho, hasta que la masa no quede ni seca ni aceitosa. Esa masa debe separarse fácilmente de las manos y de la mesada.
Sin moverla mucho, se va cortando y haciendo tiritas como si fueran ñoquis, aunque pueden ser más grandes. El tamaño y la forma son a gusto. La tía de mi marido los hace más redondos, por ejemplo.
Los ponemos a freír en abundante aceite caliente. Algo muy importante: ¡no deben dorarse! El color de la masa no debe quedar ni muy blanco, ni tampoco muy dorado porque, de lo contrario, quedan secos.
Apoyarlos en papel absorbente para que le saquen el excedente de aceite.
Ponemos una o media taza de miel en una olla (o jarrito) para que se disuelva y se haga líquida. Luego, colocamos los turdilis para empaparlos bien de miel y los sacamos. De esta manera quedan bien dulces y esponjosos por dentro. Yo los hago con miel y también sin miel porque a mis hijos no les gusta mucho, pero en ambas versiones son adictivos. ¡Háganlos!