Puerto Madero

A fines del siglo XIX la necesidad de crear un puerto que conectara a Buenos Aires con Europa, en el contexto del auge del modelo agroexportador, llevó al ingeniero Eduardo Madero a presentar su propio proyecto, a quien el barrio debe su nombre.

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Límites:

Sendero portuario interno (sin denominación oficial) paralelo al Malecón del Canal Norte de la Dársena Norte, Avenida Costanera Intendente Hernán M. Giralt, carril norte del Boulevard Cecilia Grierson (entre la Avenida Antártida Argentina y Dársena Norte), Boulevard Cecilia Grierson, Avenida Eduardo Madero, Avenida Ingeniero Huergo, carril suroeste de la Avenida Ingeniero Huergo (entre Juan de Garay y Brasil), prolongación virtual Avenida Elvira Rawson de Dellepiane, Avenida Elvira Rawson de Dellepiane hasta intersección con el paredón de la Costanera Sur, paredón de la Costanera Sur, límite catastral sur de la Reserva Ecológica, Río de la Plata.

Comuna 01

Superficie (en km2): 2,1

Densidad (habitantes/km2): 193,3

Población Total: 406

Mujeres: 185 Varones: 221

Fuente: DGESC, en base a datos censales, año 2001.

Aniversario: 8 de marzo

Historia:

Recorrer al historia de Puerto Madero nos ayuda a comprender como lo abandonado puede volver a tener vida y utilidad. Un adecuado planeamiento urbano y mucho esfuerzo y trabajo lograron hacer de esta zona un barrio más de nuestra Ciudad.

De lugar de paso a lugar de encuentro, de abandonado a una de las áreas turísticas más concurridas de Buenos Aires. Puerto Madero combina hoy la elegancia con la sencillez, la calidez de la Ciudad y la brisa del río, un estilo moderno que no descuida sus componentes históricos.

Una mirada hacia atrás, una vuelta a sus primeros años de vida en la escena porteña, es indispensable para comprender la historia de este barrio.

A fines del siglo XIX la necesidad de crear un puerto que conectara a Buenos Aires con Europa, en el contexto del auge del modelo agroexportador, llevó al ingeniero Eduardo Madero a presentar su propio proyecto. El plan consistía en la fabricación de cuatro diques cerrados, interconectados mediante puentes, y dos dársenas, norte y sur.

La construcción de este puerto vino a llenar un espacio despoblado y agreste. Fue aprobada por el entonces presidente Julio Argentino Roca, a fines de 1884, y entre 1900 y 1905 se construyeron los dieciséis docks de ladrillos rojizos, claros exponentes de la arquitectura utilitaria inglesa. Los docks tenían entre tres y cuatro pisos con sótano, depósitos que serían utilizados para guardar granos y otros artículos de exportación.

Sin embargo, debido al aumento en el tráfico de mercancías y al incremento en el movimiento de pasajeros, hacia 1910 este puerto resultó insuficiente. Un año más tarde, comenzaron las obras para la ampliación de la zona portuaria, con dársenas en forma de peine, obra del ingeniero Luís Augusto Huergo.

Vientos de cambio:

La renovación del viejo puerto se inició en 1989 con la Ley de Reforma del Estado y la creación de la Corporación Antiguo Puerto Madero. Tuvo como principal objetivo urbanizar sus 170 hectáreas y revalorizar el área central de la Ciudad.

Este proyecto consistió, por un lado, en la creación de una angosta franja de edificación ubicada entre los diques, dos grandes parques, anchos bulevares, paseos peatonales y, la construcción de una variada cantidad de torres. Además, en el diseño del paseo peatonal y las cabeceras de los diques, se recuperaron adoquines y durmientes originales, que le dan un valor afectivo extra a la zona. Se pintaron e iluminaron viejas grúas ubicadas estratégicamente, que evocan el espíritu portuario.

Por otra parte, se reciclaron los antiguos docks de mercaderías, conservando sus frentes de ladrillos a la vista y sus vigas de hierro fundido para mantener su valor histórico. La refacción de estos galpones, alineados a intervalos regulares frente a los espejos de agua, otorgó elegancia, prestigio e identidad a Puerto Madero, con la forma abovedada de sus recovas y galerías. Hoy, albergan lofts y edificios emblemáticos con vistas únicas, oficinas, restaurantes, pubs, universidades y distintas obras de gran calidad arquitectónica. En 1996, comenzó la segunda etapa del plan de urbanización, a partir de la venta de parcelas y, en diciembre del mismo año, el Consejo Deliberante, mediante la Ordenanza N° 26.607, incorporó a Puerto Madero como el barrio número 47.

De puerto a barrio de excelencia, esta zona portuaria se convirtió, tras décadas de inactividad, en un ejemplo internacional de reconversión urbana. El desarrollo de una nueva relación entre la Ciudad y el río, el reciclado de sus docks, la apertura de nuevas calles y bulevares, la inclusión de parques y plazas y, sobre todo, la resignificación del espacio público, hicieron de este barrio uno de los más pintorescos de Buenos Aires.

Fuente: Mundo Madero Magazine. Número 1, Buenos Aires, 2006.