Alimentación Saludable
Recomendaciones y beneficios.
Una alimentación suficiente y adecuada es fundamental para estar sanos y desarrollarnos plenamente al recibir los nutrientes que nuestro cuerpo necesita para funcionar.
A través de los alimentos, recibimos y damos afecto, cuidados y nos reconocemos como parte de una familia y una comunidad.
La alimentación saludable, adecuada, placentera, equilibrada, variada y suficiente, acompañada de la práctica habitual de ejercicio físico son claves en la prevención de muchas enfermedades crónicas (diabetes, hipertensión, problemas cardiovasculares, diferentes tipos de cáncer y osteoporosis).
Los principales problemas nutricionales en la población de la Ciudad de Buenos Aires son el sobrepeso, la obesidad y la anemia.
Estos problemas de salud se pueden prevenir con prácticas de alimentación saludable desde el nacimiento, comenzando con la lactancia materna exclusiva hasta los 6 meses, e iniciando a esa edad una alimentación complementaria adecuada.
Según los lineamientos de las Guías Alimentarias para la Población Argentina se recomienda:
➢ Comer comida casera: preparar comidas saludables e incorporar a los niños y niñas en esta actividad. Comer con tranquilidad, disfrutando el momento de la comida, en lo posible en compañía y moderar el tamaño de las porciones.
➢ Durante la preparación de alimentos y antes de comer, realizar un buen lavado de manos. Lavá frutas y verduras con abundante agua antes de consumirlas.
➢ Realizar desayuno, almuerzo, merienda y cena, incorporando a diario verduras, frutas, legumbres, arroz, harina y panificados, leche, yogur o queso, carnes y aceites.
➢ El agua es lo mejor para hidratarte. No esperar a tener sed. Tomar a diario 8 vasos de agua segura.
➢ Consumir en almuerzo y cena verduras preferentemente frescas y al menos 3 frutas por día de diferentes tipos y colores. Elegí las frutas y verduras de estación que son más económicas y de mejor calidad.
➢ Consumir diariamente leche, yogur o queso, preferentemente descremados. Son fuente de calcio y necesarios en todas las edades.
➢ Incorporar diferentes tipos de carnes: de vaca, pollo, cerdo, y pescado. Recordar quitar la grasa visible antes de cocinar. Incluir huevo, especialmente si no comés la cantidad necesaria de carne.
➢ Aumentar el consumo de legumbres (lentejas, porotos, garbanzos) y preferí arroz, fideos, panes y harinas integrales.
➢ Si las preparaciones requieren aceite, sal o azúcar, utilizarlos con moderación.
➢ Consumir aceite crudo como condimento, evitando las frituras. Incorporar en tu alimentación frutas secas y semillas sin salar como por ejemplo maní, chía, girasol, calabaza y lino.
➢ Evitar el consumo de bebidas alcohólicas. Los niños, adolescentes y mujeres embarazadas no deben consumirlas bajo ninguna circunstancia.
➢ Reducir el uso de la sal y el consumo de alimentos con alto contenido de sodio, eligiendo alimentos preparados en casa en lugar de las comidas industrializadas (productos ultraprocesados). Para reemplazar la sal utilizar condimentos como pimienta, ajo, perejil, ají, pimentón, orégano, limón, albahaca.
➢ Evitar el consumo de bebidas azucaradas y edulcoradas artificialmente, como gaseosas, jugos industrializados y aguas saborizadas. Reducir la cantidad de azúcar agregada al té, mate y café.
➢ Evitar el consumo de productos ultraprocesados (golosinas, amasados de pastelería y productos de copetín o snacks, galletitas, comidas listas para consumir, hamburguesas, salchichas), ya que contienen gran cantidad de grasas, azúcares y sal agregadas.
Es importante incorporar 30 minutos de movimiento en el día.
Descargas:
Proyecto Capacitacción en educación alimentaria
Triptico alimentación saludable
Cuadernillo de CapacitAcción en Educación Alimentaria
Recetario Trayectorias migratorias, cocinas y promoción de la salud