Las “barracas” eran depósitos que almacenaban cueros, pieles y lanas para exportar a diversos puertos de América y España y recibían los productos provenientes del exterior. Su término surgió a principios del Siglo XVIII cuando se levantaron como precarios albergues en el Riachuelo para alojar a los esclavos africanos traídos por los comerciantes ingleses, franceses y españoles a la colonia. El crecimiento y la importancia de estos depósitos en la zona dieron lugar a la denominación
de “Río Barracas” al Riachuelo. Los pobladores distinguían “Barracas al Norte” (hoy barrio de Barracas) de las “Barracas al Sud” (actual Municipio de Avellaneda).