A mediados del siglo XIX, Buenos Aires necesitaba mejorar sus instalaciones portuarias. El refugio del Riachuelo y los precarios muelles establecidos frente a la ciudad no cubrían los requisitos de la navegación imperante de la época.
Surgieron dos proyectos para mejorar el puerto de Buenos Aires. Uno de ellos fue el proyecto de Eduardo Madero, que apuntaba a construir un nuevo puerto en la zona norte adyacente a Plaza de Mayo.
El otro proyecto, de Luis Huergo, proponía mejorar las instalaciones existentes en el Riachuelo, profundizar el canal sur y construir diques en peine.
En 1886 se elige la propuesta de Madero para el puerto de la ciudad, ya que su diseño subrayaba la idea de centralidad que debía asumir la ciudad como Capital de la República (declarada en 1880) diferente del proyecto de Huergo que implicaba cierta articulación con la provincia.