Diálogo entre Alejandro y Diógenes

Ubicación Patio central

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La obra representa una famosa escena del diálogo entre Alejandro Magno y el filósofo Diógenes. El célebre cínico está sentado en su tonel, rodeado de filósofos y soldados, mientras que el soberano avanza hacia él. La anécdota cuenta que, estando Diógenes en Corinto, dormía en una tinaja. Al llegar Alejandro a la ciudad con su ejército, toda la población fue a recibirlo, pero Diógenes, se mantuvo indiferente a la pompa del emperador. Entonces fue el propio Alejandro Magno quien, conocedor de la fama del filósofo, buscó a Diógenes y le dijo: “Quería demostrarte mi admiración. Pídeme lo que tú quieras, puedo darte cualquier cosa que desees”, ante lo que Diógenes respondió: “Por supuesto. No seré yo quien te impida demostrar tu afecto hacia mí. Querría pedirte que te apartes del sol. Que sus rayos me toquen es, ahora mismo, mi más grande deseo”.

Manufactura de Flandes
Diálogo entre Alejandro y Diógenes
Flandes, siglo XVII
Tapiz de seda de algodón con hilos de seda y oro, 374 x 334 cm

A finales del siglo XIX, este tapiz perteneció a Dardo Rocha (1838-1921) fundador y primer gobernador de la ciudad de La Plata. En 1968 el Museo Larreta lo adquirió al Anticuario Moctezuma para enriquecer la colección artística de su patrimonio.



Nacido en la colonia griega de Sínope (hoy Turquía) Diógenes (c. 412 a. C.-323 a. C.) fue uno de los exponentes más representativos de la escuela cínica. Antístenes (444 a. C-365 a. C), el fundador de esta filosofía consideraba que la civilización y su forma de vida era un mal en sí mismo y buscaba alcanzar la felicidad deshaciéndose de todo lo superfluo. Diógenes llevó al extremo las ideas de su maestro y se entregó a una vida de rigurosa austeridad. Vivía en un tonel, comía junto a los perros y caminaba descalzo provisto solamente de una capa. Despreció cualquier tipo de comodidad y no tuvo consideración ni siquiera con Alejandro Magno. Luego de aquel famoso encuentro en el que el cínico le pidió apartarse del sol cuentan que el rey de Macedonia quedó tan impresionado que expresó “Si no fuera Alejandro, me gustaría ser Diógenes”. Estos episodios muestran su actitud anárquica, anticultural y contraria a toda forma de organización civil y política.

A lo largo del tiempo el significado de la palabra “cínico” fue cambiando, y hoy tiene que ver con la desconfianza en la honestidad de las personas, expresada a través de la ironía, la burla o el humor. Actualmente se conoce al “Síndrome de Diógenes” como el trastorno caracterizado por un total abandono personal y la acumulación de objetos, desperdicios y basura en el hogar.

El tapiz de Alejandro y Diógenes por Astrid Maulhardt