—Escríba vuestra merced una carta a doña Aldonza dos o
tres veces ahí en el libro, y démele, que yo le llevaré
bien guardado; porque pensar que yo la he de tomar en la memoria es disparate,
que la tengo tan mala, que muchas veces se me olvida cómo me llamo. Pero,
con todo eso, dígamela vuestra merced, que me holgaré mucho de
oílla, que debe de ir como de molde.
—Escucha, que así dice –dijo don Quijote:
CARTA DE DON QUIJOTE
A DULCINEA DEL TOBOSO
Soberana y alta señora:
El ferido de punta de ausencia y el llagado de las telas del corazón, dulcísima Dulcinea del Toboso, te envía la salud que él no tiene. Si tu fermosura me desprecia, si tu valor no es en mi pro, si tus desdenes son en mi afincamiento, maguer que yo sea asaz de sufrido, mal podré sostenerme en esta cuita, que, además de ser fuerte, es muy duradera. Mi buen escudero Sancho te dará entera relación, ¡oh bella ingrata, amada enemiga mía!, del modo que por tu causa quedo. Si gustares de acorrerme, tuyo soy, y si no, haz lo que te viniere en gusto, que con acabar mi vida habré satisfecho a tu crueldad y a mi deseo. Tuyo hasta la muerte,
El Caballero de la Triste Figura.
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